Reducido el otrora caudaloso río Conchos a un arroyo por causa de la sequía excepcional, el barco “El Colibrí” quedó imposibilitado desde hace tres meses para seguir navegando, con lo que temporalmente se perdió uno de los atractivos turísticos más conocidos de esta región del estado.
En el Día de San Juan, cuando tradicionalmente comienzan las lluvias, el panorama en la zona del río Conchos lucía desolador, pues apenas pasa una corriente de agua por el cauce mayormente seco y el barco “El Colibrí” se encuentra encallado en la ribera oeste, solo, sin tripulantes.
A decir de los trabajadores de un club de pesca cercano, hace algunos días el Conchos estaba disminuido a un pequeño canal, pero recientemente su caudal se incrementó un poco, posiblemente gracias a los escurrimientos de las últimas lluvias, aunque no lo suficiente para que “El Colibrí” vuelva a flotar.
Juan Ochoa Bunsow, propietario del barco, comentó que el último paseo turístico por el vaso de la presa Rosetilla lo dieron hace poco más de tres meses, el domingo 17 de marzo. Refirió que al siguiente fin de semana no fue posible hacer el recorrido, porque el nivel del agua del río había disminuido bastante.
Señaló que ahora no hay casi nada de agua en el Conchos, por lo que la embarcación de dos pisos permanece encallada en el lodo, a la espera de que ocurra el milagro de la lluvia y el río recupere su caudal de antaño.
La misma situación se vivió en la primavera de 2021, cuando la sequía y la pandemia del Covid-19 privaron a los habitantes de la región y a los turistas extranjeros de recorrer en barco el cañón de Rosetilla, cuyas paredes rocosas se extienden hasta la cortina de la presa del mismo nombre.
De hecho, fueron tres años los que “El Colibrí” permaneció inactivo, pues apenas el 5 de noviembre del año pasado había retomado sus recorridos por el río Conchos, como se informó en su momento a través de este medio de comunicación.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
En aquella ocasión, Juan Ochoa comentó que habían tenido dificultades para volver a poner a flote la embarcación, pues los ladrones robaron cableado eléctrico y la batería, además que fue necesario reemplazar los dos motores dañados por el vaciado de la presa.
Ahora, no sólo los ganaderos y los agricultores imploran porque llueva este verano, sino también los prestadores de servicios turísticos como el propietario de “El Colibrí” y los clubes de pesca que dependen del río Conchos y sus afluentes.