DELICIAS, CHIH. (OEM). - La Fuerza Aérea Mexicana ya indaga y corrobora toda la información concerniente al héroe de guerra de Delicias, Olegario Gómez Rodríguez, cuyos restos reposan en una cripta semi olvidada del Panteón Municipal local.
Una fuente cercana de la FAM confirmó que se pidieron todos los registros del personaje señalado quien participó como combatiente del famoso Escuadrón 201 y se checan todos los registros en archivos históricos de la institución a fin de poder hacerle un homenaje en fechas posteriores.
Al cumplirse 104 años de la creación de la Fuerza Aérea Mexica, se confirmó que ya es del conocimiento de las actuales autoridades de la FAM los datos que se perdieron con el paso de los años sobre la existencia del capitán Olegario Gómez Rodríguez, quien junto con otros 299 soldados oficiales y de mando, fueron a combatir a las Islas Filipinas dentro del marco de la Segunda Guerra Mundial allá en la década de los 40.
¿Pero quién fue Olegario Gómez Rodríguez?, de quien los historiados locales lo ignoran, la gente lo desconoce y el colectivo ni se entera que estuvo viviendo en Delicias hasta morir en el año 1978, cuando tenía 58 años.
De lo poco que se conoce es que Gómez Rodríguez nació en Tepic, Nayarit, en el año 1920 y fue militar de carrera, llegó a Delicias a mediados del siglo pasado y formó su familia casándose con la señora Elena Issa de Gómez, con quien procreó 5 hijos: Elena, Guadalupe, Leonor, Olegario y Roberto.
DESPUÉS DE LA II GUERRA MUNDIAL VIVIÓ EN DELICIAS
Vivió en el primer piso del inmueble, propiedad del señor Palos, ubicado en la esquina de la avenida Primera y calle Primera Poniente, frente al desaparecido Cine Río, allí en pleno centro de Delicias, donde actualmente en la parte baja está un negocio de quesos menonitas, frente a la plaza del Río.
Gómez Rodríguez se casó aquí, unos dicen que fue teniente de Arma, otros alcanzaron a oír que fue teniente coronel. En su acta de defunción expendida un 17 de julio de 1978, reza a la letra de molde que fue un pensionado militar, cuyos padres fueron Rómulo Rodríguez y Virginia Gómez, y quien falleció a la edad de 78 años producto de una hemorragia cerebral e hipertensión arterial, agregada de una diabetes mellitus.
En su cripta junto a su epitafio, reza que don Olegario Gómez Rodríguez fue capitán de la Fuerza Aérea Mexicana y combatiente de la Segunda Guerra Mundial en el Escuadrón 201.
Quienes le conocieron dicen que tenía mal carácter, pocos amigos y un trato duro, reacio, que le heredó su paso por el Ejército mexicano.
Rosendo Navarro Armendáriz, presidente de la Fundación Emiliano J. Laing y quien gusta de rescatar efemérides, anécdotas y pasajes de la historia, recuerda que un señor alto, de piel blanca y con una figura recta casi marcial, tenía un negocio de ropa en el inicio de la calle Tercera Norte, frente al Mercado Juárez allá por la década de los 50.
Allí junto a otros amigos, Olegario Gómez platicaba en voz al viento sus avatares durante la Segunda Guerra Mundial y mantenía la atención de sus interlocutores. De eso pocos, casi nadie se acuerda.
“YO NO FUI SU AMIGO, LE CONOCÍ CUANDO TENÍA 13 O 14 AÑOS”.
“A mí me gusta mucho la historia, de hechos o gente que merecen ser recordados, me llamó mucho la atención la exhibición en el Centro Cultural de la Fuerza Aérea sobre el Escuadrón 201, y entonces recordé que a mí me tocó conocer a uno de sus miembros que combatió en el Japón, para la liberación de las islas, don Olegario Gómez Rodríguez, allá por el año 1952. Yo tenía apenas como unos 14 años y me tocó conocer a este hombre, de paso marcial, de hechuras militares, un hombre recio al andar y al hablar, para todo”, dice Rosendo Navarro.
Y agrega Navarro Armendáriz: “Una vez vi a <don Ole> que estaba platicando con su concuño, un señor de nombre David Pérez, quien también tenía un negocito allí al comenzar la Tercera, no sé si era de don Olegario o de David, vendían cosas, aguas, cobijas, etcétera, yo iba allí a veces y les ayudaba a mover mercancía y escuchaba las pláticas que tenían no sólo ellos entre sí, sino con gente que llegaba allí a saludarles, y platicaban sobre la participación de don Olegario en el Japón”.
Y platicaban de cuando el presidente Ávila Camacho declaró la guerra a Alemania y el Escuadrón 201 de México se unió a Estados Unidos para combatir en la Segunda Guerra Mundial, en donde iban mecánicos, cocineros, pilotos de combate, oficiales de arma e Infantería, relata Navarro.
Por eso para Delicias tener aquí en nuestro panteón municipal a un participante de aquella guerra distingue a nuestra ciudad, no cualquiera puede decir “aquí descansa un elemento que combatió en el Japón, que se la rifó en el aire contra los japoneses y que volvió vivo, que aquí vivió y aquí falleció”, expresa el entrevistado por El Heraldo de Delicias.
“Quiérase o no es parte de la historia de nuestro pueblo y que la misma juventud sepa lo que ha acontecido en su pueblo, porque yo tuve la satisfacción de haberle conocido, no era su amigo, yo apenas tenía 13 o 14 años, pero escuché su relato sobre la guerra”, dice Navarro Armendáriz.
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