Meoqui, Chih.- Hoy, al celebrarse el Día Mundial de los Humedales, la ciudad se viste de fiesta al recibir a cientos de familias amantes de la naturaleza que se reúnen a presenciar, grullas, patos, gaviotas pelícanos y otras de las 75 especies que en su tránsito desde el norte del continente llegan a alimentarse a este humedal.
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El vado de Meoqui y una extensión considerable corresponden a tierras pantanosas, ricas en larvas, insectos, charales y peces con los que se alimenta una gran variedad de aves acuáticas.
Gorriones o chipes que se la pasan en las áreas ribereñas, tordos, pelícanos blancos que no todos los años llegan, cercetas americanas, patos pico de cuchara, cormorán orejudo, ibis de cara blanca, focha americana, torcaza, martinete, garcita verdosa, garza azulada, chanate mexicano, gaviotas, que han viajado desde Canadá y el norte de Estados Unidos para pasar el invierno en condiciones más benévolas, año tras año comparten este hábitat.
También se pueden ver gansos, pero sólo pasan volando rumbo a las lagunas de Anáhuac, Mexicanos y de Bustillos, en este último sitio se han podido contar cerca de 9 mil 500 a 10 mil grullas y de 12 mil a 14 mil gansos.
Las aves migrantes se orientan a través de su brújula biológica insertada en su ADN, lo que les ayuda a detectar el norte magnético hacia donde dirigen su vuelo, atravesar miles de kilómetros sin radar, sorteando tormentas, huracanes y otras eventualidades climatológicas en busca de alimento y morada.
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue), en coordinación con la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conap), promueve la declaratoria de este humedal como Área Natural Protegida para la diversidad biológica y bienestar humano.
En reciprocidad por la hospitalidad en Chihuahua, las aves contribuyen a combatir plagas, gusanos, mosquitos y roedores, abonan la tierra y contribuyen a la polinización al esparcir semillas por diversas partes de la Cuenca del San Pedro.
Sin embargo, estas especies están cada vez más amenazadas por el factor humano que arroja basura en las aguas y en los suelos, botes de cerveza y refrescos, bolsas de plástico y hule, objetos que pueden ser la causa de muerte.
Otra amenaza, al decir de pescadores que extraen mojarra, trucha y peces más pequeños, es que se usen redes o se arrojen al agua los hilos de plástico de las cañas de pescar, pues las aves se atoran y se lastiman, por ahí entre las parvadas se pudo ver un pato con una sola pata y por días un pelícano permaneció tirado al parecer por haber tragado algo que lo enfermó.