DELICIAS.- Sin que nadie acudiera a limpiarlas ni adornarlas al menos con una flor, así lucieron las tumbas de media docena de personas de origen chino que antaño vivieron en esta ciudad, cuyas familias al parecer ya no viven aquí o se olvidaron de sus sepulcros.
En la mayoría de las lápidas que cubren las tumbas del panteón municipal se observaron ofrendas florales que las familias llevan cada Día de Muertos, no así en los sitios donde reposan los restos de ciudadanos de ascendencia asiática, quienes vivieron en Delicias desde los tiempos en que se fundó la ciudad.
Se observan plasmados en algunas lápidas apellidos exóticos como Wong, Fong o Lee, junto con una leyenda en caracteres chinos escritos verticalmente y que son inentendibles para quienes, con curiosidad, se acercan a leerlos.
Particularmente en el área del panteón donde se encuentran las tumbas más antiguas es posible hallar dichas lápidas. En un par de ellas refiere que la persona enterrada era originaria de la provincia de Cantón, China, terminando su existencia por azares del destino en tierras del norte mexicano.
Las fechas de estos sepulcros datan de las décadas de 1940 y 1950, cuando en Delicias habitaban algunas familias procedentes de Asia oriental que se dedicaban al comercio en los ramos de abarrotes, carnicería y venta de alimentos preparados.
Mudos testigos de la presencia china en la ciudad de “Los Vencedores del Desierto”, estas tumbas representan un fragmento de la historia local al igual que los sitios donde descansan restos de personajes más conocidos como Emiliano J. Laing y Carlos Blake Arias, quienes no han sido todavía olvidados.
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