JULIMES.- La reapertura de los balnearios y centros recreativos está representando para Julimes la reactivación de su economía, pues con el arribo de turistas provenientes de otras partes del estado los negocios locales volvieron a tener ventas, principalmente de alimentos y bebidas.
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De los doce balnearios existentes en Julimes, diez reabrieron sus puertas al público desde hace quince días con autorización de la subdirección de Turismo de gobierno del estado, incluyendo los sitios donde se encuentran las aguas termales que han hecho famoso al municipio. A los otros dos no se les concedió la reapertura porque sus propietarios no presentaron su documentación.
Adolfo Tinajero Viezcas, secretario municipal, confirmó que los centros recreativos están recibiendo nuevamente a numerosos visitantes, lo que se ha reflejado de manera positiva en la economía local, afectada por la disminución de la superficie agrícola (derivada de la falta de agua en las presas) y las restricciones al turismo por la pandemia.
“Muy contentos en el municipio: la economía va fluyendo poco a poco, tenemos quince días que se abrieron los diferentes balnearios de aquí de Julimes; se ha visto, se ha visto aquí en la ciudadanía, en los comercios pequeños, abarrotes, tortillerías, pues todos los pequeños negocios han visto ese flujo de capital foráneo”, destacó el funcionario.
No menos contentos están los turistas, que llegan principalmente de la ciudad de Chihuahua, pero también de otras ciudades del estado como Cuauhtémoc y Juárez, ansiosos de poder disfrutar de las aguas cálidas que han dado identidad a Julimes.
Tinajero estimó que cada balneario recibe por semana alrededor de 200 visitantes, cifra que todavía es menor a lo normal porque se maneja un aforo reducido por la pandemia. Sin embargo, una vez concluido el presente ciclo escolar, se espera que el número de turistas crezca no sólo en el municipio, sino en toda la región centro sur.
Recordó que desde marzo del año pasado, cuando inició la contingencia sanitaria, los dueños de los sitios turísticos se vieron obligados a cerrarlos, por lo que se perdieron dos temporadas de Semana Santa.
Pero ahora con el progreso en la vacunación contra el Covid, las personas pertenecientes a los sectores considerados de alto riesgo ya están protegidas y pueden permitirse ir a las albercas julimenses a darse un chapuzón.
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