“Si cree en Dios agárrese de Él, su hija tiene cáncer”. “En esos momentos que la doctora me dio la noticia, sentí que me dolía el alma por ver a mi hija sufriendo de dolor, el dolor de parto no es nada, cuando te duele el alma por un hijo”, explicó Adriana Acosta, madre de una guerrera sobreviviente de cáncer infantil, Luisa Fernanda, de apenas 9 años de edad.
“Hace 4 años llegó esta enfermedad a mi familia, a mi princesa, a mi hija, no lo podía creer, pensé en volverme loca, me dolía el alma de ver a mi hija sufriendo de dolor, mi mundo fue otro, mi estilo de vida cambió por completo, pero gracias a Dios mi hija es una sobreviviente al cáncer y comparto mi historia para decirte a ti enfermo, a ti mamá, papá, que sí se puede”, palabras que nos compartió en entrevista la madre de esta guerrera
“Como madre te sientes impotente al ver a un hijo enfermo, pero en este 15 de febrero Día Internacional contra el Cáncer Infantil, quiero decirle a esos padres que luchan junto a su hijo en contra de cualquier enfermedad, no sólo de cáncer, que sí se puede, que hoy puedo decir que el mayor motor para hacerlo es ver la sonrisa de nuestros pequeños a pesar de que ellos se sienten enfermos”.
Luisa Fernanda fue diagnosticada a los cinco años de edad, fue llevada por su mamá al doctor a causa de un dolor de estómago y él mismo galeno le indicó llevarla a un hospital porque le palpó una masa extraña que para él no era buen diagnóstico. Adriana narra cómo llegó a la clínica Delicias tratando de atenderle lo mejor posible, sin embargo de ahí la canalizaron al Seguro Social y después a la clínica Morelos del mismo IMSS para una operación exploratoria por aún no sabían qué era.
Fue después de esa operación cuando un doctor le explicó que no logró sacar nada, porque al parecer estaba invadida de algo, pero fue después de una biopsia que una doctora la que le dijo algo que jamás olvidará, “si cree en Dios agárrese de Él, su hija tiene cáncer, en esos momentos que la doctora me dio la noticia, sentí que me dolía el alma por ver a mi hija sufriendo de dolor, el dolor de parto no es nada, cuando te duele el alma por un hijo”, recalcó.
De ahí la madre de Luisa Fernanda habla de dos años de quimioterapia y malestares, así como la evidente pérdida de cabello de la pequeña, quien tenía que lidiar con los comentarios inocentes, pero difíciles de sus compañeritos de jardín de niños y de primaria, pues le decían que si se iba a morir porque tenía cáncer, “admiré la madurez de mi hija porque cuando llegaba a casa me platicaba y decía -pero ellos no saben realmente que es el cáncer mamá-”.
Recordó que durante los tratamientos agresivos, la pequeña en ocasiones lloraba y mientras lo hacía le comentaba “es por mi bien mamá” -dándose valor a sí misma-. Finalmente el tratamiento terminó y desde hace dos años Luisa Fernanda es sobreviviente de cáncer, actualmente tiene 9 años, cursa tercer grado de primaria ya que jamás dejó la escuela, aunque a veces se ausentaba por las quimioterapias en el hospital le daban clases, dando muestra de la fortaleza de la pequeña.
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