50 por ciento de las mujeres a nivel mundial tiene un empleo remunerado, al aumentar este índice 10 por ciento desde la década de los noventa, sin embargo las mujeres siguen ganando menos (entre 10 y 30 por ciento) en comparación a los hombres por realizar trabajos iguales, fue parte de lo expuesto por la titular de la Unidad de Igualdad de Género del Poder Judicial del Estado, Verónica Rodríguez, en su conferencia impartida en el marco del Día Internacional de la Mujer a conmemorarse hoy.
El ocho de marzo es de conmemoración no de celebración, porque se recuerda un día en memoria de las vidas que se perdieron en el camino, por la búsqueda de condiciones de igualdad para mujeres y hombres. Decenas de mujeres murieron durante huelgas textiles en Nueva York entre 1800 y 1900 en pro de mejores condiciones de vida en lo laboral, económico y de derechos. La ONU eligió esta fecha para conmemorar estos eventos y para que las instituciones públicas desarrollaran acciones y políticas para impulsar esta equidad, explicó la licenciada Rodríguez.
Aun cuando tenemos ya décadas trabajando por la igualdad de oportunidades, primero se debe decir que hay avances significativos, como por ejemplo se ha logrado disminuir la muerte materna en más de 45 por ciento en los últimos 20 años, sin embargo hoy todavía mueren más de 800 mujeres en todo el mundo por causas relacionadas a una mala atención a la maternidad, y eso podría prevenirse de haber políticas necesarias. Es decir hay avances pero falta mucho. Otro ejemplo es la representación de las mujeres en los poderes legislativos en el mundo, el cual se ha duplicado, lo que es un avance importante al tener a cada vez más mujeres en puestos de decisión, pero aun así hay en porcentaje actual sólo 22 por ciento.
Los gobiernos se han comprometido, hay para eso institutos de la mujeres, unidades de género, hay leyes específicas contra la violencia, presupuestos etiquetados, etcétera, entonces no se avanza tanto como se quiere porque la cuestión es meramente cultural. Todavía prevalece en nuestra sociedad tradiciones, creencias e ideologías que sustentan que por ejemplo las mujeres por naturaleza deben dedicarse a las labores domésticas y a la crianza de los hijos, lo que significa que aunque la ley diga que hay igualdad, no compiten ellas en las mismas condiciones porque ella trabajan, y trabajan en la casa para atender las cuestiones del hogar y los hijos, teniendo una doble jornada. Otro ejemplo mencionado es el hostigamiento sexual, la víctima en el trabajo que generalmente es la mujer en más del 90 por ciento, y eso merma en cuanto a sus desempeños laborales.
La conferencista dijo que no está más arraigado el machismo en hombres que en mujeres ni viceversa, sino que estamos metidos en un sistema cultural completo, hay mujeres machistas, hay hombres machistas, pero no hay conciencia de ello, porque es algo que se va generando con las enseñanzas por generaciones. A las mujeres les han enseñado que deben estar en el hogar y cuidar ellas a los hijos, y a estas mismas mujeres les han fomentado que el hombre o su pareja debe ser el proveedor, y por ello buscan a este tipo de hombre. Hay que colocar en la conciencia social que estas creencias nos llevan a condiciones de desigualdad en muchos aspectos, para ambos géneros y por tanto se frena el desarrollo social y económico, además de otros aspectos.
