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“A mi hijo lo torturaron cuando lo tenían esposado, yo fui a verlo y estaba todo destrozado, exijo a las autoridades de Chihuahua justicia porque no es justo que dejen en libertad a los policías, si no fueron ellos, también son cómplices porque vieron que me lo estaban matando como a un animal y no hicieron nada”, expresó Elsa Cortez Soto, madre del exministerial.
Ver a su único hijo totalmente destrozado a golpes y con moretones por todo su cuerpo le destrozó el corazón, hace 15 años salieron de Sonora junto con su primera esposa e hijo buscando superarse y volvió a su tierra natal en un ataúd.
Expresó que Leopoldo llegó a la ciudad de Chihuahua con su primera esposa y su único hijo, estudió con mucho sacrificio la carrera de Derecho y entre ella, su abuelo y tíos lo apoyaron para que lograra una profesión y saliera adelante porque era un hombre bueno.
La señora Elsa Cortez Soto manifestó que es una injusticia lo que le hicieron los policías a su hijo, porque lo mataron como a un animal y los culpables están en libertad mientras ella está sufriendo por la muerte de su único hijo, pero aseguró que hará todo lo posible para que se haga justicia.
Aseguró que Leopoldo Eduardo Soto era un buen hombre, muy querido en su tierra natal y también se ganó el aprecio de muchas personas en Chihuahua. “Me di cuenta de cuantas personas lo querían cuando llegué a la funeraria, era mucha gente, además del camión que salió desde acá con toda la familia”.
Señaló que la libertad de los policías es una injusticia, porque aunque ellos no hayan sido son cómplices porque vieron que los otros dos comandantes lo estaban matando y no hicieron nada para detenerlos.
“Vi los golpes de mi hijo, lo lastimaron, le quebraron sus pies, estaba lleno de moretes, no se me hace justo que personas que están para cuidar a la sociedad sean los asesinos, tanto los policías que vieron como los comandantes que los mataron y supuestamente están enfermos y de vacaciones”.
Como madre pidió al gobernador Javier Corral que haga algo, porque él era su único hijo y lo trataron peor que a un perro.
“¿Qué negocio tenían los comandantes ahí, no se lo podían llevar los policías que andan recorriendo las calles, para qué llegaron, qué interés tenían en hacerle eso a mi hijo?, porque me lo destrozaron”.
Estaba consciente de los problemas que tenía con su actual esposa, varias veces lo vio golpeado y arañado y a ella también, sin embargo, no merecía que lo mataran los policías y menos de la forma como lo hicieron.
“Señor gobernador intervenga para que se haga justicia y que esos asesinos paguen y los quiten de los puestos que los tienen porque van a seguir matando inocentes, que investiguen a esos comandantes, que investiguen personas preparadas, que no metan a esos sucios, para que se esclarezca la vedad, lo dice una madre llena de dolor”.
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