Con la esperanza escrita por caligrafía infantil, un resumen de conducta y la magia de la Navidad que todo lo envuelve con su brillo festivo, siete niños de la zona de Vistas Cerro Grande lanzaron al cielo sus cartitas dirigidas a Santaclós, donde le detallan sus más grandes anhelos, y por qué merecen recibir regalo y no carbón.
Las familias se dieron cita en el Corredor Nueva España, donde siete chiquillos y sus madres enviaron sus cartitas navideñas y las cuidaron visualmente hasta perderse en el horizonte, donde emprendieron el camino hasta el Polo Norte, donde vive el viejecillo barbado, quien las leerá y evaluará si son merecedores del regalo, de acuerdo a sus buenas obras en el año.
Dina: “Trajimos a nuestros hijos al Corredor Nueva España para que soltaran el globo con la carta a Santa para que les traiga su regalo. En el globo pusimos helio y la carta, y corrimos con los niños y soltamos el globo. Ellos ven cuando el globo vuela lejos, lejos y se va hasta el Polo Norte, donde vive Santaclós, y lee las cartas. Los niños que no les mandan cartas a Santa, él no sabe qué les va a traer, y así sí lo pueden recibir. Cada quien les puso una cartita, con su nombre, su dirección, cómo se habían portado, qué habían hecho, para que sepa Santa si se merecían su regalo o únicamente carbón, como los niños que se portan mal”, relató Dina, una de las cuatro madres que acompañó a sus hijos.
Entre los pedidos había tabletas electrónicas, carriolas, bebés, pinturas infantiles, Barbies, tractores, camioneta de control remoto.
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