El ex gobernador priista Patricio Martínez aseguró que la discrecionalidad con la que se maneja el presupuesto federal en muchas áreas persiste hasta hoy como existía en la época que encabezó el Ejecutivo Estatal (1998-2004), por lo que consideró que el gobernador Javier Corral no sólo debe hacer el reclamo correspondiente de los recursos, sino que está obligado a hacerlo en la defensa de los intereses del estado.
“Los números no son opinables. Esto se debe conciliar rápido en una mesa”, dijo Martínez García, quien prefirió no ahondar en la confrontación política, “porque en estos tiempos todo está contaminado políticamente, hasta una misa se contamina con la política en estos días”.
Martínez consideró que el diferendo entre Corral y la Federación debe analizarse a partir de dos antecedentes. El primero es que Hacienda Federal actúa para cuidar los recursos y entregar lo menos; y Hacienda del Estado lo hace para cuidar los recursos y pedir lo más, lo que de entrada marca una diferencia que deben conciliar todos los gobiernos, que lo hacen la mayoría de las veces, “aunque a veces la sangre llega al río”. El segundo antecedente es un problema de federalismo fiscal, pues la Federación tiene una excesiva concentración de recursos, lo que no se ha podido cambiar en décadas.
Ejemplos lacerantes y dolorosos, señaló, es el impuesto a los alcoholes, que no tiene por qué ser federal, el impuesto a las ventas, el IVA; y las carreteras federales o aeropuertos, que son ilegales por encontrarse dentro de la soberanía territorial del estado, por lo que no pueden ser de jurisdicción exclusivamente federal.
Ello ha generado el desequilibrio presupuestal que enfrentan los estados, que se refleja en administraciones públicas estatales y municipales con déficits, cuando no deberían operar con déficits, que no deben existir en los estados y municipios, pues es inmoral que se gasten hoy los impuestos del futuro.
La situación de las finanzas del estado, dijo Martínez García, es grave y puede empeorar por estos factores y el manejo del crédito, que no puede mantenerse con la liberalidad que existe hasta la fecha.
En el caso específico que generó el conflicto de Corral con la Federación, dijo que los números no son opinables, no mienten, en eso no hay que opinar y el gobernador debe actuar con base en sus facultades, que es lo que está haciendo.
“Esto hay que conciliarlo. No le conviene a nadie este conflicto, no le conviene a Hacienda, no le conviene al Estado, no le conviene a nadie, es mejor enfocar los esfuerzos en otros frentes de batalla que requieren atención”, comentó el exgobernador, quien recordó sus problemas con un Gobierno Federal priista, el encabezado por Ernesto Zedillo.
Señaló que se enfrentó a la cerrazón de la Federación en la regulación y ordenamiento de los carros “chuecos”, conflicto en el que ganó jurídicamente el estado, pese a las advertencias y presiones de Hacienda, Gobernación, Economía y la Procuraduría General de la República.
También se enfrentó al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, e indirectamente con Hacienda, pues Banobras había cobrado de más al Instituto de la Vivienda del Estado, por lo que se determinó no pagar un crédito que llevó incluso a que se le afectaran las participaciones federales a la entidad.
“Pero lo que se puede abreviar es mejor hacerlo, conciliarlo. Claro que el gobernador puede irse a las instancias jurídicas en defensa de los intereses de Chihuahua, pero antes es preferible agotar todas las posibilidades de conciliación”, declaró.
En torno a los factores políticos que influyen en este conflicto, la exigencia de Corral para que la Federación colabore con la captura de César Duarte y las investigaciones contra priistas, Martínez García comentó que en estos tiempos todo se contamina con la política, es innegable, pero la cuestión financiera debe apartarse de eso, para que continúe la buena marcha de la administración pública, por ello el gobernador está obligado a defender lo que le corresponde al estado.
Sobre la discrecionalidad con la que se maneja el presupuesto federal, comentó que es una realidad, igual que desequilibrios y desbalances que siempre ha denunciado como senador y como gobernador en su tiempo.
Cómo es posible, cuestionó, que a Chihuahua se le asignan 300 millones de pesos para obras hidráulicas y a otros estados hasta 5 mil millones, cuando la entidad enfrenta mayores problemas por la falta de agua, cuando se le quita un tercio del agua del río Conchos para pagar a Estados Unidos y cuando Sinaloa, que es de los estados con mayores recursos federales para esta materia, es beneficiaria del agua que escurre de Chihuahua.
“Con este reclamo del señor gobernador aflora de nuevo, pero el problema es de fondo”, comentó.