Varios parques y jardines de Chihuahua se han convertido en basureros o refugios para personas en condición de calle, entre ellos algunos malvivientes o adictos, quienes muchas veces causan molestias o miedo a los usuarios de los espacios públicos.
Uno de éstos es el parque Los Álamos ubicado sobre la avenida Ocampo y calle Justiniani, el cual se ha convertido en un basurero público, ya que no cuenta con botes de basura y en vez de eso tiene solamente algunas rejas de plástico para colocar los desechos.
Aunque los pocos usuarios tampoco ayudan mucho al mantenimiento del parque ya que dejan la basura sobre el césped y las áreas verdes, además de que hay quienes aprovechan la nula presencia de las autoridades para grafitear.
Varios de los árboles de dicho parque pareciera que están invadidos de plagas que poco a poco los van secando, dando un mal aspecto visual al parque. Los usuarios piden más atención por parte de las autoridades del Municipio, además de dar mantenimiento constante para que se convierta en un lugar atractivo para las familias.
Sin embargo, no es el único caso, otro parque emblemático parque Infantil, ubicado sobre la avenida Cuauhtémoc y Mirador, el cual es utilizado por varias personas para drogarse y dormir, a pesar de que dentro del espacio público hay un jardín de niños.
Durante las tardes-noches los estudiantes del Colegio de Bachilleres quedan expuestos a asaltos o acoso por parte de vándalos u extraños que se acercan para acechar a los adolescentes, ésta ha sido una queja constante por parte de los usuarios del parque.
En dicho parque durante las noches queda totalmente a la merced de la oscuridad, ya que carece de iluminación y esto genera miedo para quienes tienen que cruzar por varios de sus jardines.
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