Mientras que camiones repletos de madera o conocidos como “bolillos” vienen y van de diferentes comunidades de la Sierra Tarahumara, las autoridades de los tres niveles de Gobierno no han podido atender esta situación, toda vez que la tala clandestina y los aserraderos ilegales siguen operando a la normalidad.
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La Fiscalía General del Estado, a través de la Comisión Estatal de Seguridad, mantiene operativos de vigilancia en la zona para realizar revisiones aleatorias a vehículos o instalaciones para documentar su labor, por lo que han detenido más de 14 personas durante estas labores de vigilancia.
Sin embargo, los actores intelectuales o los principales interesados en el negocio de la madera no han podido ser localizados o asegurados por las autoridades, ya que pese a la detención de diferentes personajes, las estructuras criminales, siguen reemplazando a estas personas con otros delincuentes.
La Fiscalía General del Estado identifica a una familia como la principal responsable de la tala clandestina en la Sierra Tarahumara, principalmente en San Juanito, que son liderados por César Daniel “N”, conocido o apodado como “el H2”, quien dirige el Cártel de Juárez en aquella zona del estado de Chihuahua.
César Daniel, junto a sus hermanos, Homero y José, entre otros personajes, son los encargados, además de la producción y venta de droga, de la tala clandestina de madera en la sierra, además de robo de dompes repletos de bolillos y del asesinato de decenas de choferes que transportan esta materia prima.
Constantemente, según los reportes registrados por las autoridades del estado, los hermanos “H´s”, acuden a comunidades de Bocoyna, Uruachi, Guerrero, para cortar los pinos durante la noche, de igual forma roban camiones cargados de madera y en ocasiones también se encargan de robar pipas repletas de combustible.
Parte de la estrategia del negocio clandestino que manejan después de la distribución de droga, se tiene conocimiento que toda la madera que logran recabar la comercializan en diferentes pequeños y grandes negocios de la industria mueblera, que se encuentran ubicados en algunos puntos como Parral, Madera, Guerrero y Delicias.
Versión de algunos dueños de aserraderos quienes declararon para El Heraldo de Chihuahua en el 2018, explicaban que la población en el lugar tiene plenamente identificado a “el H2”, como el responsable de la violencia en el lugar, pues nadie puede hacer nada en su contra, toda vez que no existe si quiera un departamento para poner una denuncia y las únicas oficinas que existen dicen que deben acudir a la capital del estado.
La falta de comunicación o instancias para interponer denuncias por el robo o tala clandestina dificulta a los pobladores acudir a solicitar una investigación y si se llegara a realizar, no se atienden las denuncias, pues la propia Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), no ha atendido la problemática a pesar del daño al ecosistema de la Sierra Tarahumara.
En el año 2019, en San Juanito dos camiones cargados de madera fueron incendiados por un grupo criminal, aparentemente “La Línea”, luego de que tuviera una serie de confrontación con los criminales, por lo que se apersonaron en el aserradero y quemaron las dos unidades, hasta el momento no hay una persona detenida por los hechos.
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