La jueza María Guadalupe Hernández Lozano negó al Ministerio Público la medida cautelar de prisión preventiva contra los agentes de la Policía Federal Carlos Bautista Hernández y Julio César Torres Blanquet, imputados por el delito de extorsión cometido en contra de un chihuahuense al que exigieron la cantidad de 6 mil pesos para no “sembrarle” droga y acusarlo de ser un delincuente.
Durante la audiencia de formulación de imputación, los fiscales del Ministerio Público solicitaron a la jueza la prisión preventiva como medida cautelar para los dos imputados, al considerar que el delito de extorsión es grave, puesto que tiene una pena de 30 años de prisión, además que son elementos foráneos y servidores públicos que pueden trasladarse fácilmente hacia otro lugar y sustraerse de la acción de la justicia.
La jueza María Hernández Lozano negó al Ministerio Público la prisión preventiva para los dos policías federales acusados de extorsión, ya que, por su profesión, concluyó que deben presentarse a trabajar y por ello no podrían huir de Chihuahua.
En vez de prisión preventiva, la jueza impuso como medidas cautelares que deberán ambos acudir semanalmente a la Fiscalía de Ejecución de Penas, no deberán acercarse a la vivienda de la víctima y testigos, o comunicarse con ellos por cualquier modo y les dijo, que tienen prohibido irse de la ciudad.
A pesar de la solicitud del Ministerio Público, la jueza dictó dichas medidas cautelares y citó a audiencia de vinculación el próximo martes, y será hasta entonces que se podría solicitar nuevamente la prisión preventiva, en caso de presentarse voluntariamente los policías federales.
LA EXTORSIÓN:
Fue el pasado 5 de diciembre cuanto los elementos de la Policía Federal Carlos Bautista Hernández y Julio César Torres Blanquet, acompañados por más de sus compañeros, a bordo de una patrulla de dicha corporación, marcaron el alto a un vehículo que tripulaba un hombre y su pareja.
Fue en las calles Sierra Magisterial y Sierra del Puma, de la colonia Rinconada Los Nogales, en donde detuvo su marcha la víctima, que estaba acompañado por su esposa. Los policías le solicitaron que bajara del vehículo y, acatando la orden, la víctima descendió para que le realizaran una revisión.
Según el relato de los hechos, fue el policía federal Carlos Bautista Hernández quien acusó a la víctima de ser un “halcón” y que, en caso de detenerlo y ponerlo a disposición de un juez, obtendría una sanción de 20 mil pesos.
Amedrentándolo con dicha suma, el policía federal le dijo a la víctima que mejor le entregara 6 mil pesos para dejarlo ir y no acusarlo de ser un halcón.
La víctima le dijo al policía que no contaba en ése momento con la cantidad que le exigían, pero el imputado le aseguró que esperaría para reunir los 6 mil pesos y también lo amenazó con no hacerle “una jugada”, pues ya sabía sus datos.
También el policía federal amenazó al chihuahuense que, de no entregar el dinero o “jugarle chueco”, le daría una “calentada” además de sembrarle droga para detenerlo y recluirlo en una prisión.
Desde el 7 hasta el 11 de diciembre, Carlos Bautista Hernández contactó por teléfono a la víctima y a su esposa, amenazándolos y exigiendo que cumpliera con la entrega de los 6 mil pesos. El mensaje final fue que ya no habría tolerancia.
Ante la presión de los federales, la víctima pacta entregar 5 mil pesos (fue lo que logró reunir) y quedan de verse en el estacionamiento de un centro comercial en las calles Juan Pablo II y Lombardo Toledano.
Ahí les entrega la víctima el dinero a Carlos Bautista Hernández y Julio César Torres Blanquet, quienes acudieron a bordo de una patrulla oficial de la Policía Federal para recoger los 5 mil pesos producto de la extorsión.
No contaban los federales con que agentes de la AEI montaban un operativo, logrando la detención de ambos servidores públicos del Gobierno federal en flagrancia.