El arzobispo Constancio Miranda Weckmann presidió la solemnidad de la Ascensión del Señor, en la cual se celebra también, la Jornada Mundial de las Comunicaciones, desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, ante la feligresía reunida de manera presencial, en observancia de las medidas de prevención de riesgo de contagios.
“Ustedes están haciendo lo que el Señor, antes de ascender a los cielos nos encargó, antes de irse: “Vayan y comuniquen el evangelio a todas las naciones, a toda la gente”. Cualquier forma de comunicación del evangelio, por medio de la palabra escrita, oída o de imágenes, que el Señor les conceda los dones de su espíritu. Siempre esté presente con la iluminación, con la fuerza y el rigor del espíritu para que lleven a todo el mundo el evangelio”, les expresó.
Durante su homilía, monseñor Miranda manifestó que Jesús después de haber completado su paso por este mundo, no permaneció con sus discípulos de manera física, sino que al resucitar cobró una nueva dimensión de vida.
“Cristo quiere con el sello de su gloriosa ascensión a los cielos, que se haga presente, permanente, eficaz y elocuente su persona, su presencia, su evangelio a través de todas las edades, de todas las generaciones y se cumpla la voluntad del Padre, que todos las personas nos salvemos y lleguemos al conocimiento de la verdad”, manifestó.
Por su parte, el vocero de la arquidiócesis de Chihuahua, Pbro. Gustavo Sánchez Prieto, que desde hace años, la Iglesia celebra en la solemnidad de la Ascensión del Señor, la jornada mundial de los MCS, como una oportunidad privilegiada para agradecer y subrayar la importancia, necesidad y servicio de ellos en el mundo y en la Iglesia.
“Los recursos tecnológicos con que ahora contamos, las distintas corrientes de opinión que caracterizan las democracias actuales, nos urgen a todos, empezando por los directamente involucrados en estos medios -reporteros, directores, técnicos, inversionistas, patrocinadores, entre otros; así como a la comunidad en general, empezando por jóvenes y padres de familia, a estar muy atentos y críticos con ellos”, indicó.
El padre Sánchez Prieto reconoció una especial gratitud y una grave responsabilidad sobre estos medios de comunicación social.
“No podemos taparle la boca a nadie, pero tampoco queremos que nos callen. En una verdadera democracia, no podemos caer en el silencio al que algunos pretenden confinarnos. Al servicio de la verdad, con el Evangelio de la Verdad, queremos salir al encuentro de nuestros hermanos, creyentes o no creyentes. Con María y San José, al servicio del Evangelio y del mundo”, finalizó.