De acuerdo con el sondeo en línea de Consumo de Alimentos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), un 74% de los padres de familia en Chihuahua fomentan el consumo de productos chatarra, pues diariamente dan dinero a sus hijas e hijos para que gasten en la escuela, lo que orilla a que consuman golosinas, jugos envasados y frituras.
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Estos alimentos tienen un alto valor calórico y carecen de nutrientes, de acuerdo con información de la delegación Chihuahua.
La Profeco cuenta con un análisis del porqué las personas, y no sólo los estudiantes, gustan de comida chatarra, y no ocasionalmente, sino que forma parte de la dieta diaria.
La razón es que la ingesta de estos productos hace que el cerebro libere una sustancia llamada dopamina, la cual genera en el organismo una sensación de bienestar, placer y saciedad, y esta es la razón por la que cuando una persona está estresada, enojada o ansiosa, se le antojan, pues en ellos encuentra una sensación de saciedad.
Ante esto, la Profeco exhorta a la población a tener una alimentación sana, completa y equilibrada, para no cargar con las consecuencias de una alimentación altamente calórica y pobre en nutrimentos.
*Cambio en los patrones de consumo de alimentos
La alimentación va más allá del simple acto de satisfacer una necesidad fisiológica, pues alcanza una fuerte dimensión “simbólica” que determina en cierta medida los hábitos y las costumbres transmitidas de una generación a otra, en donde no sólo se indica qué comer, sino cuándo y cómo.
En parte, la continuidad de un determinado estilo de vida se mantiene debido a la enseñanza que transmite la generación de más edad, quien incita, induce y obliga a los más jóvenes a adoptar ciertos modos de pensamiento y comportamiento.
Aunado a la experiencia de aprendizaje o endoculturación, en una sociedad industrial como la actual, caracterizada por un constante cambio e innovación de productos, el acceso y difusión de la información logran inculcar nuevos hábitos de consumo.
La Profeco cuenta con la Guía de Nutrición de la Familia, basada en los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en la que se establece que sin una dieta balanceada, las y los estudiantes tendrán problemas de rendimiento escolar.
Lo anterior, dado que sufre alteraciones tanto en su desarrollo físico (peso-talla), como en su desarrollo intelectual (inteligencia, concentración, memoria, etc.).
Por otra parte, en la Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA-2005 se establece que se debe dar promoción y educación para la salud en materia alimentaria.
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