José Luis Leyva anunció que por segunda ocasión realizará la recaudación Colecta de Sonrisas, con la que espera apoyar a familias en situación vulnerable de comunidades ubicadas en el interior del municipio de Guachochi, Chihuahua, en la Sierra Tarahumara, para llevar ayuda al terruño de donde es originario.
“La Colecta de Sonrisas surgió desde el año pasado. Este es el segundo año que la realizo, un poco más formal y con tiempo, porque la primera vez, salió de forma espontánea. Mi familia es de Guachochi, y en la sierra hay escasez y necesidad de vestimenta y alimenticia, hay muchos niños que ni conocen los juguetes, o tienen rotos o quebrados, de los que se van encontrando”, comentó José Luis.
El joven altruista destacó que la iniciativa nació de la nada, solo con el fin de apoyar, con recursos propios, recabando las donaciones, que pueden ser entregadas en algún punto a convenir a través del teléfono (614) 250-7228, o en caso contrario, él acude hasta donde se le señale, para poder llevar la ayuda a Guachochi.
La fecha límite para donar es el 15 de diciembre, para entregar el 17 de diciembre.
El joven recién egresado de la Licenciatura de Enfermería, actualmente se encuentra haciendo su servicio social, y acompañado de su novia, Andrea Arroyos, y familiares que habitan en su natal Guachochi, han detectado casos de familias en vulnerabilidad, por lo que desde el pasado 2020 inició con una colecta para solventar la necesidad de sus paisanos.
“El año pasado llegamos y lo separamos, de niño, niña, mujer, hombre, y bebés, y clasificar, más que nada. Tenemos contactos como profesores de las comunidades aledañas, quienes van reconociendo quienes tienen necesidad por comunidad, y se reparte a los poblados, están un poquito lejos, pero todo es con el fin de ayudarles”, refirió.
Entre los artículos que se ha propuesto acopiar está ropa abrigadora para niñas, niños, mujeres y hombres adultos, además de cobijas, despensas, y para compensar las carencias de la infancia serrana, juguetes nuevos, o usados en buen estado, que no requieran de pilas para funcionar.
“Lo más mínimo es tan indispensable para las demás personas. Nos queda de anécdota que incluso calcetines o cepillos de dientes, que para nosotros nos puedan resultar insignificantes, son de gran importancia para ellos. Hay mucha necesidad”, finalizó.