Bocoyna, Chih.- La crianza de abejas, gallinas, patos y otras especies, además de la cosecha de agua y la producción orgánica de composta para la siembra de diversos cultivos, son una pequeña parte de una forma de vida sustentable que se desarrolla en un rancho de 7 hectáreas que se encuentra en San Juanito, en la salida a Creel.
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Trabaja ahí un equipo de 19 personas que dirige la doctora en Educación, Irma Meneses, quien explicó que su proyecto va dirigido a la sustentabilidad y al sostenibilidad. Mencionó que imparten cursos de cultivos orgánicos, donde uno de los ganchos ha sido llegar a los niños para atraer a los papás.
Este proyecto se denomina Machi-Ko, que del rarámuri se traduce como “saber ser”. Esta asociación civil nació hace 9 años, y ha sobrevivido y superado el difícil clima de la zona serrana. Cuenta con invernaderos, chinampas y crianza de animales de granja.
El rancho de 7 hectáreas lo denominan “Centro Multifuncional”. Está lleno de modelos demostrativos funcionales, “en los que tú puedes ver cómo una comunidad podría sobrevivir o generar recursos a manos llenas”.
Desde Canadá y Francia, entre otros países, así como mexicanos de varios estados, han llegado como voluntarios a involucrarse en las actividades de Machi-Ko.
POSIBLE ANTE LA ADVERSIDAD
La doctora Irma Meneses llegó con el objetivo de construir una “casa verde”, concepto que le costó vender a los habitantes de San Juanito y la Sierra. Se propuso formarla con base en cursos que ella había tomado, como hidroponía y cultivos orgánicos.
“No usamos fertilizantes, insecticidas o químicos, todo es orgánico, todo lo generamos nosotros mismos, en un profundo agradecimiento a la tierra. Tenemos cultivos en invernadero porque vivimos en la zona más difícil y más fría del estado y de la república. San Juanito tiene varios puntos que van en contra de cualquier acción que quieras hacer: vivimos a una altura de más de 2 mil 400 metros, vientos que llegan de todas partes y temperaturas de hasta menos 15 grados centígrados”, dijo.
Dijo que los mexicanos tienen que reconocer que son creativos, chambeadores, persistentes y muy constantes y para muestra la chinampa, nacida en Xochimilco, en los grandes lagos, una forma de cultivo milenaria y que Machi-Ko es utilizada para sembrar almácigo.
¿QUÉ PRODUCEN?
Es impresionante la cantidad de actividades que se realizan en 7 hectáreas. Al iniciar el recorrido se observan contenedores que se reciclan para la siembra de tomate, montañas de cascarilla de pino que se utilizan para hacer acolchados para los cultivos.
Por un lado se ve una manada de patos y por el otro una de gallinas, y cabe mencionar que ahí mismo se produce el alimento para estas aves, cuyas heces se utilizan como fertilizante.
Apenas se puede creer que también tengan abejas y que parte de las capacitaciones que ofrecen una sea la apicultura.
Niños y adultos aprenden a hacer camas de cultivo, a sembrar árboles frutales, a reforestar. Familias enteras fueron inspiradas y enseñadas para hacer sus huertos en casa, y hasta Machi-Ko han llegado estudiantes de la carrera de Sustentabilidad a aprender.
La asociación sobrevive con base en las ventas de los productos que obtienen, donde además de las hortalizas, frutas y demás, ofrecen huevo. También de los ingresos que cobran en los cursos. Cabe mencionar que a los indígenas los becan al cien por ciento por capacitarse.
Otra actividad es la elaboración de carbón vegetal, la siembra y cosecha de repollo y lechuga, chile, acelga, betabel y chícharo, sin dejar de lado flores y girasoles que son para las abejas. Hay neumáticos que hacen una especie de función de maceta, donde están creciendo papas.
AGRADECER A LA NATURALEZA
En varias ocasiones han buscado el apoyo del Gobierno del Estado, no obstante al parecer no han logrado una comprensión por parte de los funcionarios al espíritu del proyecto, por lo que ha sido poco.
La Doctora comentó que por lo general los productores de huevo le dan una vida a cada gallina de un año, sin embargo las de Machi-Ko dan blanquillos hasta por tres años, sin problemas, y están sanas y felices.
“Es una forma de retribuir y agradecer a la naturaleza lo que te está dando. El que no da, no recibe. Hay gente en Chihuahua que se está tratando de unir a través de grupos, porque quieren poner sus huertos urbanos. Ha habido gente que ha creído mucho en nosotros, como la Conafor, Conamp, la mina de Ocampo. La mina La Colorada en Zacatecas, ha venido a documentar porque creen que es increíble que este proyecto no se conozca porque está dirigido a lo social, tenemos que cuidar la tierra”, comentó.
Si a usted le interesa conocer más puede comunicarse vía correo electrónico a: machiko.ac@gmail.com, o bien a los teléfonos: 635 588 0587 o 635 106 9062.