“Si gana cinco pesos por cada carro al que pide, y en cada cambio de luz de semáforo consigue que le den por lo menos tres autos, pedir dinero como migrante se ha convertido en un buen negocio. Por el trabajo de unas horas al día, llegan a sacar hasta 700 pesos. A mí me han dicho migrantes que les ofrecen buenos trabajos y estables en los que les pueden dar prestaciones, pero dicen que es muy poquito mil 400 pesos a la semana, porque pidiendo en los semáforos sacan eso en dos días”, expresó Jorge Antonio Máynez Ríos, voluntario de Uno de Siete Migrando, A.C.
Máynez Ríos colabora en la organización de ayuda a migrantes, recibiendo y registrando a cada uno por su nombre, lugar de origen y causa por la que decidió migrar.
“Hemos descubierto que muchos de los que están en las vías del tren no son migrantes. Así empezaron, abajo del puente de la Pacheco, se llenó de mucha gente, porque acudían personas drogadictas y ejercían actos de prostitución. Ahí se quedaban, porque como no gastaban en comida que les llegaba tres veces al día, sólo agarraban una cobija, simulaban un acento y decían que eran migrantes”, dijo.
Aunque reconoció que en el lugar sí hay migrantes, y que la forma de reconocerlos, es porque su primera intención es irse y no consumir sustancias prohibidas, pues saben que si caen en adicciones se va a quedar. Mencionó que hay posibilidad de migrantes que caigan en esas tentaciones, porque nadie es perfecto; pero la mayoría tiene su meta clara y solamente están de paso y su intención es continuar el viaje.
“Prefieren estar en la calle a tener prestaciones seguras como servicio médico, seguridad laboral”, reiteró.
Alentó a que la mejor forma de ayudar a los hermanos viajeros no es darles dinero en las vías o cruceros, sino orientarlos dónde está la Casa del Migrante, ubicada en la calle Ciudad Camargo número 101, en la colonia Revolución. El teléfono fijo es (614) 688-2842. Sin embargo, invitó a tener gestos de bondad con quienes realmente necesiten ayuda, beneficiándolos con donativos en especie, como alimento o agua.