El número de madres jefas de hogar en el estado ha aumentado durante los últimos tres años, pues de 24 mil que se convirtieron en mamás en 2020, el 34 por ciento dijo que solas se hacen cargo de la manutención de sus hijos.
Durante el año 2018, fueron 24 mil 300 mujeres las que se convirtieron en mamás, con 30 por ciento jefas de familia, y en 2019, el 32 por ciento de las 30 mil mujeres que tuvieron un hijo clasifica como jefas de hogar.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en Chihuahua el 22 por ciento de las mujeres con hijos trabaja dentro del sector maquilador y 20 por ciento labora en el sector de comercio y servicios.
La información del Censo de Población y Vivienda 2020 muestra que a nivel nacional en 33 de cada 100 hogares las mujeres son reconocidas como jefas de la vivienda, esto significa 11,474,983 hogares.
De acuerdo con la Encuesta de Uso de Tiempo Libre presentada por el Inegi, la mayor parte de las mujeres chihuahuenses tienen una doble jornada, por lo que
realizan 2.5 veces más trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, que los hombres.
En la entidad, 310 mil mujeres trabajan dentro y fuera de casa, por lo que destinan al menos 14 horas diarias a las diferentes labores, revela la encuesta.
Del total de mujeres que laboran dentro y fuera de casa, 72 por ciento son jefas de familia, es decir, se encargan de todos los gastos en su hogar.
Aunado a lo anterior, las mujeres que llevan una doble jornada destinan su tiempo libre al cuidado de hijos, limpieza de casa y preparación de comida, actividades a las que destinan alrededor de seis horas, en tanto que los hombres, invierten menos de tres horas en trabajo dentro del hogar.
El Inegi revela que las mujeres son uno de los grupos más vulnerables, pues de quienes laboran fuera de casa, un 70 por ciento percibe un sueldo inferior a los 7 mil pesos mensuales; el 15 por ciento, menos de 5 mil pesos al mes, y sólo 15 por ciento cuenta con un sueldo mayor a 10 mil pesos al mes.
Cabe señalar, que un 30 por ciento de las mujeres que trabajan lo hacen en la informalidad, sin un contrato escrito con actividades específicas, duración de la jornada laboral, prestaciones ni vacaciones, por ende, tampoco cuentan con derechos laborales ni protección social, incluida la atención médica.