Los integrantes de Unión Juvenil 4.1 celebraron el Día de la Juventud ayudando a los más necesitados, al acudir al Ejido Ranchería Juárez, en la colonia Carrizalillo, donde con ayuda de los colonos prepararon una deliciosa discada, para taquear con los vecinos, logrando beneficiar a 132 personas de la zona.
Los chavos de Unión Juvenil 4.1 se unieron al proyecto de Vecino Solidario, que realiza la comunidad del Ejido Ranchería Juárez, en el que una familia pone a la disposición de la comunidad su casa y su esfuerzo para elaborar los alimentos del día, y posteriormente, el representante de cada familia acude con un recipiente con las porciones para las personas que viva en su casa, y así aseguran un alimento diario.
La ayuda se otorga especialmente a las familias que han perdido su ingreso por la contingencia Covid, aunque la mayoría de los hogares sufren vulnerabilidad económica previamente, y habitan –en muchos de los casos-, en un solo cuarto para toda la familia, que emplean multifuncionalmente, como recámara, cocina, y un baño anexo.
“Llevamos la materia prima, las señoras nos ayudaron a cocinar discada, con taquitos, quedó muy rica, como ellos tienen la organización, una persona por familia se avisan, y cuando se avisan que ya está la comida, se llevan las porciones para cada familia. Ciento treinta y dos personas comieron, y todavía nos quedó, por lo que compartieron con familias de otra zona cercana donde sufren pobreza extrema”, comentó Alejandra Meza Ureña, líder de la agrupación.
Por parte de la agrupación acudieron seis jóvenes, los suficientes para preparar los alimentos con ayuda de las vecinas, previendo no formar aglomeraciones de personas al cocinar, para evitar riesgo de contagio. De igual manera, las familias que acuden por alimento, lo hacen por turnos, de forma ordenada, para que no se junten muchas personas en el mismo lugar.
“Decidimos celebrar el Día de la Juventud ayudando, y ya teníamos los recursos, aprovechando que todos somos jóvenes (entre 17 y 28 años de edad), y hacer algo de provecho, sentirnos productivos”, refirió Alejandra.
Meza Ureña compartió que previamente, planearon un platillo económico para abarcar el mayor número de beneficiados y nutritivo, por lo que decidieron que serían tacos de discada. Al dividirse los gastos, cada uno de los integrantes debía vender 20 platillos a benefactores, quienes quisieran donar su dinero a favor del alimento de alguien en vulnerabilidad, logrando superar su meta; y con el recurso sobrante, compraron pasteles para los niños, porque no pudieron celebrar el Día del Niño, por la contingencia.
“La gente estaba feliz, nos comentaron que en este tiempo habían perdido sus trabajos y que estaban viendo qué hacer, pero no se rajaban, porque aunque la vida es difícil, son resilentes por las adversidades que han debido enfrentar. Esperamos volver y también a una zona cercana que los mismos vecinos solicitaron ayuda para ellos”, finalizó Alejandra Meza Ureña.
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