/ viernes 22 de febrero de 2019

La familia es la institución sociocultural más importante

De acuerdo con la Encuesta Mundial de Valores

La familia es la institución sociocultural más importante en las sociedades democráticas, de acuerdo con la más reciente edición de la Encuesta Mundial de Valores, levantada en 60 países distintos de 2010 a 2014, del cual se desprende que en México un 97% de los participantes señalaron a la familia como lo más importante, por encima del trabajo, la religión o la política.

Así lo dio a conocer el doctor Fernando Pliego Carrasco en la conferencia “Construcción de la familia desde la bioética” que impartió la tarde de ayer en las instalaciones del Congreso del Estado, ante un nutrido público integrado por representantes de organizaciones civiles, académicos e investigadores, y titulares de dependencias gubernamentales, entre las que destacan más de 20 capítulos municipales del DIF en la entidad.

En su ponencia, el académico e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México enfatizó en la necesidad de que el sector gubernamental en todos los niveles adopte lo que llamó “la perspectiva de familia” a la hora de legislar y planear programas sociales. Dicho concepto hace referencia a “un enfoque de políticas públicas y privadas, así como de las organizaciones civiles, que considera que las estructuras y dinámicas de funcionamiento de las familias son fundamentales para el desarrollo y bienestar de los individuos y la sociedad”.

Con base en un análisis comparativo de más de 589 estudios científicos y sociales distintos, llevados a cabo en más de 16 países con regímenes democráticos, el investigador mencionó que todo programa de desarrollo que se pretenda impulsar a cualquier nivel de gobierno debe tener como base cuatro “prerrequisitos”, a saber: el generar fortalecimiento de la inteligencia emocional de niños y jóvenes, considerando las diferencias entre los dos sexos, fomentar una actitud de trabajo en equipo, incentivar una actitud solidaria, y una conciencia crítica de la importancia de la vida familiar y sus problemas.

“Si no hay en México una política pública federal sobre este tema, es por miopía de los gobiernos. El trabajo con las familias debe estar enfocado tanto a programas de asistencia, pero también atacar las causas, con políticas que generen desarrollo, que le permitan no depender del programa, ni ayudas que se mantengan en el tiempo, que las políticas generen capacidad y habilidades en las familias que las vuelvan autónomas, de manera que los programas asistenciales sólo se usen cuando no haya opción”, declaró.

Por otra parte, abundó en que la perspectiva de familia integra cuatro elementos fundamentales, los cuales son: entender a la familia como la institución sociocultural más importante; considerar que en la actualidad hay una perspectiva cada vez más frecuente de diferentes tipos de familia; tomar en cuenta que las familias diferentes al modelo tradicional (madre y padres casados, con hijos) tienen consecuencias diferentes para el bienestar de niños y adultos, y no perder de vista que “el vínculo de pareja entre hombre y mujer es determinante”.

Así mismo, expuso que el modelo tradicional de familia es que genera mayores índices de bienestar, de acuerdo con la información disponible hasta ahora en el contexto mundial. En el caso de México, detalló que de acuerdo con una encuesta realizada por el INEGI en 2006, se encontró que 14.5% de las mujeres encuestadas en el país vivían con su pareja en un régimen de unión libre, 14.5% reportaron haber sido víctimas de violencia física en los 12 meses anteriores, contra 7.9% de las encuestadas que refirieron estar casadas tanto por lo religioso como por lo civil. Aunado a ello, mencionó que según un estudio realizado en Estados Unidos durante 2006, en el que se analizaron más de 16 mil casos aleatorios de abuso sexual consignado, un 19.7% de los casos fueron perpetrados por un padre o madre y otra persona en cohabitación; el 8% por personas diferentes a sus padres, contra un 1% cometidos por padres biológicos casados.

Por ello, hizo hincapié en que “la política debe estar al servicio de las familias, y éste no es un pensamiento conservador ni de ultraderecha, no tiene que ver con ninguna filiación política, la familia es consustancial a la historia humana, es un hecho social que se impone a quien de manera objetiva busca conocer el funcionamiento de la sociedad”.


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Así lo dio a conocer el doctor Fernando Pliego Carrasco en la conferencia “Construcción de la familia desde la bioética” que impartió la tarde de ayer en las instalaciones del Congreso del Estado, ante un nutrido público integrado por representantes de organizaciones civiles, académicos e investigadores, y titulares de dependencias gubernamentales, entre las que destacan más de 20 capítulos municipales del DIF en la entidad.

En su ponencia, el académico e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México enfatizó en la necesidad de que el sector gubernamental en todos los niveles adopte lo que llamó “la perspectiva de familia” a la hora de legislar y planear programas sociales. Dicho concepto hace referencia a “un enfoque de políticas públicas y privadas, así como de las organizaciones civiles, que considera que las estructuras y dinámicas de funcionamiento de las familias son fundamentales para el desarrollo y bienestar de los individuos y la sociedad”.

Con base en un análisis comparativo de más de 589 estudios científicos y sociales distintos, llevados a cabo en más de 16 países con regímenes democráticos, el investigador mencionó que todo programa de desarrollo que se pretenda impulsar a cualquier nivel de gobierno debe tener como base cuatro “prerrequisitos”, a saber: el generar fortalecimiento de la inteligencia emocional de niños y jóvenes, considerando las diferencias entre los dos sexos, fomentar una actitud de trabajo en equipo, incentivar una actitud solidaria, y una conciencia crítica de la importancia de la vida familiar y sus problemas.

“Si no hay en México una política pública federal sobre este tema, es por miopía de los gobiernos. El trabajo con las familias debe estar enfocado tanto a programas de asistencia, pero también atacar las causas, con políticas que generen desarrollo, que le permitan no depender del programa, ni ayudas que se mantengan en el tiempo, que las políticas generen capacidad y habilidades en las familias que las vuelvan autónomas, de manera que los programas asistenciales sólo se usen cuando no haya opción”, declaró.

Por otra parte, abundó en que la perspectiva de familia integra cuatro elementos fundamentales, los cuales son: entender a la familia como la institución sociocultural más importante; considerar que en la actualidad hay una perspectiva cada vez más frecuente de diferentes tipos de familia; tomar en cuenta que las familias diferentes al modelo tradicional (madre y padres casados, con hijos) tienen consecuencias diferentes para el bienestar de niños y adultos, y no perder de vista que “el vínculo de pareja entre hombre y mujer es determinante”.

Así mismo, expuso que el modelo tradicional de familia es que genera mayores índices de bienestar, de acuerdo con la información disponible hasta ahora en el contexto mundial. En el caso de México, detalló que de acuerdo con una encuesta realizada por el INEGI en 2006, se encontró que 14.5% de las mujeres encuestadas en el país vivían con su pareja en un régimen de unión libre, 14.5% reportaron haber sido víctimas de violencia física en los 12 meses anteriores, contra 7.9% de las encuestadas que refirieron estar casadas tanto por lo religioso como por lo civil. Aunado a ello, mencionó que según un estudio realizado en Estados Unidos durante 2006, en el que se analizaron más de 16 mil casos aleatorios de abuso sexual consignado, un 19.7% de los casos fueron perpetrados por un padre o madre y otra persona en cohabitación; el 8% por personas diferentes a sus padres, contra un 1% cometidos por padres biológicos casados.

Por ello, hizo hincapié en que “la política debe estar al servicio de las familias, y éste no es un pensamiento conservador ni de ultraderecha, no tiene que ver con ninguna filiación política, la familia es consustancial a la historia humana, es un hecho social que se impone a quien de manera objetiva busca conocer el funcionamiento de la sociedad”.


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