"Como católicos, unidos al Papa y los Obispos, con dolor, con tristeza y con vergüenza, hemos vivido la escucha de los abusos sexuales y hemos buscado la justicia, la reparación, el acompañamiento de las víctimas y sus familias", manifestó el vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua, Pbro. Gustavo Sánchez Prieto.
El delito lo calificó como un pecado horrible y un delito que debe ser sancionado, especialmente por tratarse de clérigos.
Así como también se ha subrayado la común responsabilidad de todos, particularmente de la familia, de la sociedad, de los Seminarios y casas de formación, de la autoridad civil, así como de los Obispos en primer lugar, para superar el silencio cómplice y comprometernos por una Iglesia que no puede dejar impune el delito, pero que al mismo tiempo sabe de la misericordia.
"Una Iglesia que como Madre amorosa acompaña a quien ha sido pisoteado y se pone a su servicio, y con el mismo amor maternal acompaña a quien, desde la cárcel, sigue siendo sacerdote".
Sobre los niños exhortó a que con ellos, por ellos y a su servicio, creyentes y no creyentes, todos tenemos que respetar su vida, su dignidad, su identidad, su presente y su futuro.
*Gracias a nuestros lectores, El Heraldo de Chihuahua versión impresa, está nominado al premio El Mejor de mi Ciudad 2018 como mejor periódico, Da clic aquí para votar por nuestro periódico impreso
*Además El Heraldo de Chihuahua Digital, está nominado al premio El Mejor de mi Ciudad 2018 como medio electrónico, Da clic aquí para votar por nosotros