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El pecado de Nadia
Todos los diputados locales del PAN de la ciudad de Chihuahua se reelegirán y pelearán por mantenerse en la curul en la próxima legislatura, solamente una no, es correcto, justo lo que usted amable lector se imaginó: Nadia Siqueiros Loera, quien ganó en 2016 por el Distrito 12 en la capital del estado.
Fuentes fidedignas al interior del PAN confirmaron que la consejera jurídica del Estado, Luz Estela “Lucha” Castro, fue la mano que detuvo la reelección de la actual diputada Nadia Siqueiros, y que hoy retoma sentido y poder el mensaje enviado vía whatsApp por Lucha a Nadia, el 13 de diciembre de 2017, el cual decía lo siguiente:
“Qué difícil es apoyarte para la reelección después del ataque a Víctor Quintana, la soberbia no es buena consejera. Suerte”, a lo que Nadia Siqueiros le respondió con un signo de interrogación, para luego Lucha Castro enviarle: “Eso Nadia que estamos para apoyar los esfuerzos del Ejecutivo y sus colaboradores y no para denostar su trabajo. ¿Eso se lo dejamos a los priistas no?”.
Luego de la junta al interior de la Comisión con el secretario Víctor Quintana, Lucha Castro le envió el siguiente whatsApp: “Diputada soy Lucha Castro. Escuché que en la comparecencia del Dr. Quintana le llamaron ‘sonso’ ya quisieran tener la capacidad intelectual y humana de Víctor. Ojalá que usted y otras diputadas tuvieran la humildad de aprender. La soberbia no les permite ver con claridad”. Ante esto, Siqueiros respondió: “Le informaron mal. Salúdeme por favor a mi estimado Lic. Aragón”.
Ese fue el primer pecado que cometió la congresista Nadia Siqueiros, realizar cuestionamientos en contra del trabajo de Quintana Silveyra, que si bien es cierto no es reconocida por su labor al interior del PAN, fue el mismo Partido Acción Nacional quien la postuló como candidata por el Distrito 12.
El segundo pecado que realizó la diputada Nadia, fue seguir sus ideales como ciudadana, como ser humano, y respaldar la presentación de un libro –que en resumen presenta tesis en contra de la ideología de género y de los gobiernos de izquierda y populistas – llamado “El Libro negro de la nueva izquierda”, de los argentinos Nicolás Márquez y Agustín Laje, el cual se llevó a cabo el 3 de noviembre de 2017 en el mezannine del Poder Legislativo.
En estas fechas, la consejera Lucha Castro preparó otro petardo con antídoto político de superioridad en contra de la legisladora, señalándola por haber apoyado e inclusive, haber acudido a dicha presentación, al grado de publicarle en la red social de Nadia Siqueiros lo siguiente:
“¡Diputada cuanta ignorancia! Qué lamentable, usted llegó a esa curul por la lucha de muchas mujeres feministas por exigir espacios públicos, acciones afirmativas, con sororidad, le sugiero leer un poco más”.
El tercer pecado de la congresista fue haber ventilado las conversaciones y declaraciones que han sostenido ella con la consejera Lucha Castro -integrante y simpatizante del Barzón al igual que Víctor Quintana-, lo cual desde la segunda semana de diciembre, Nadia sabía que su reelección estaba en duda, por el grado de influencia de Luz Estela Castro sobre el partido fundado por don Manuel Gómez Morín.
Y sucedió, los cuatro diputados: Blanca Gámez, Jorge Soto, Miguel La Torre y Rocío González, tienen la posibilidad de reelegirse o bien ser enviados en búsqueda de otro puesto de elección popular y/o trabajar al interior de la administración pública, pero Nadia no, fue muy claro la instrucción que ordenó Lucha Castro, no se reelegirá y no contenderá por ningún otro puesto, ni Javier Corral, ni Fernando Álvarez Monje, mucho menos Paloma Aguirre, se opondrán a la indicación.
No sólo sucedió en el PAN, también en el PRI
Los pecados los cometemos todos, sin excepción, y eso lo saben bien los actores políticos que han dedicado parte de su vida a los institutos que por convicción o condición decidieron entrar, al interior del Partido Revolucionario Institucional, es de todos bien sabido que los nombres de los candidatos se pueden caer 5 minutos antes del registro.
Si bien es cierto, eso no sucedió con el diputado federal Alejandro Domínguez Domínguez, pues fuentes confiables, confirmaron que la candidatura a la alcaldía por Chihuahua se “amarró” desde el domingo 14 de enero para el senador Patricio Martínez, en una jugada política de Omar Bazán, el delegado Sofío Ramírez, y desde luego, de la oficina del CEN del PRI en la ciudad de México.
Cómo sostenemos lo sucedido, le explicamos. Al asegurar Patricio Martínez su candidatura por la presidencia municipal, el senador pidió condiciones para que el diputado federal Alejandro Domínguez no fuera a reprimirle directamente a él, que no haya sido candidato, situación que le garantizó Omar Bazán, y la cual le salió a la perfección.
El lunes, cuando fue convocada la reunión de la Comisión Política Permanente, nadie sabía que Omar Bazán, pediría se votará la lista de los candidatos plurinominales al Congreso del Estado, ahí estaba presente Alejandro Domínguez, fue notoria la molestia de más de uno, que directamente renegaron absteniéndose o votando en contra de la propuesta de plurinominales, entre ellos el diputado federal.
En el PRI, ya lo decía un colega, no puedes pelearte con el jefe, y ese fue el pecado de Alejandro Domínguez, haberse opuesto al jefe del PRI en Chihuahua –al no tener gobernador emanado del partido– cayó en la planeación de Omar Bazán, quien al ordenar votar la lista de plurinominales, sabía que más de uno iba a repelar su decisión, y maquiavélicamente, se imaginó que entre ellos sería el mismo Alejandro Domínguez quien mordiera el anzuelo.
Fue el pecado que le costó que por tercera ocasión el PRI le negará la candidatura a la Alcaldía por ciudad Chihuahua, sin olvidar la trayectoria política con la que cuenta el legislador: delegado, consejero, secretario del municipio, secretario de Gobierno, regidor, diputado local, presidente del PRI en Chihuahua, presidente del PRI en el Estado, y actual diputado federal.
Omar Bazán sabía desde el domingo, que Patricio Martínez sería el candidato, no obstante, debía de ejecutar un plan para que el único contrincante en la interna, Alejandro Domínguez, se rebelara en contra de él y no del senador Martínez. Alejandro, o Alex como le llaman, con cordura y madurez político dijo no renunciar al PRI y que al igual que desde 1994 estará de manera institucional en la trinchera que el partido haya decidido.
Aun por la madrugada del viernes, el diputado federal no había recibido la llamada del CEN del PRI, esa llamada que han recibido Patricio Martínez, Reyes Baeza, César Duarte, Alejandro Cano, Marco Quezada, entre otros, pero que el pasado jueves nadie la recibió, y no fue así, porque el senador Martínez voló el fin de semana a la capital del estado, ya con la candidatura prácticamente lista.
