Entre alcohol, tesgüino y danzas, los indígenas del asentamiento El Oasis celebraron el Viernes Santo.
Pasadas las 11:00 horas los fariseos empezaron a danzar para continuar con sus celebraciones, donde se conjuga el misticismo de su cultura y la evangelización cristiana.
Las danzas iniciaron en el pasillo principal del asentamiento y prosiguieron en las viviendas aledañas ubicadas a un costado del arroyo, donde los danzantes convivían con las mujeres, quienes también bailaban al ritmo de los tambores.
Las tradiciones ancestrales de los rarámuri se han ido diluyendo, la urbanización ha ido, poco a poco, acabando con lo tradicional. Son pocos los que celebran las fiestas apegados al ciclo agrícola, como lo hacen en las comunidades de origen.
Los ancianos y ancianas buscan preservar en las nuevas generaciones esos rituales de Semana Santa, la vestimenta aún se conserva. Ataviados con su tradicional taparrabo o zapeta blanca de manta, acostumbran emplear fajas o ceñidores para sujetarlo. En las cabezas, la collera; sus pies los calzan con huaraches de llanta. En sus cuerpos manchas blancas, ellos representan al grupo de fariseos y desde el Jueves Santo hicieron su aparición los soldados o representantes del bien.
Sus danzas tienen significado, quien dirige la danza porta una bandera blanca que significa que son un pueblo pacífico, en el centro el color negro que significa la genealogía de sus antepasados y la continuación de la etnia.
Lo malo es que los danzantes lo hacen en estado etílico, el jueves por la noche bebieron tesgüino, a decir de ellos, lo que los puso en estado inconveniente y los hizo empezar tarde su danza del Viernes Santo. Bailaron en casas de algunos amigos para terminar en el asentamiento.
Mientras ellos danzan, en los pasillos del asentamiento se podía apreciar cómo las mujeres estaban “ahogadas” por el alcohol. Tiradas junto a otras, a un costado el vómito. Los hombres no se quedaban atrás.
Otros y otras sobriamente disfrutaban de la fiesta de Semana Santa, enseñándoles a sus hijos e hijas la importancia de los rituales para ellos.
Los rarámuri acompañarán a Jesús en sus últimos días en la tierra, para que hoy, sábado, triunfe el bien sobre el mal con la quema de Judas, el traidor.