A unos días de conmemorarse el 81 aniversario del accidente que marcó a la comunidad chihuahuense, fueron ofrecidos dulces sobre cada cabeza al monumento de los niños que fallecieron en un accidente automovilístico el 1 de agosto de 1939, en la carretera libre a Ciudad Juárez, a la altura del kilómetro 21, en el tramo conocido como las Curvas del Perico.
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El monumento a las Siete Cabezas, como es llamado popularmente, lució una paleta de caramelo sabor cereza y un bombón, como cariñoso recuerdo de los chicos que fallecieron en la excursión, que terminó de forma fatal.
Los viajantes que hacen un alto en el acotamiento para descansar, se sorprendieron ante la muestra de cariño, conmoviendo a unos y sacando sonrisas a otros, mientras que los más chicos, preguntaban de quién son las siete cabecitas, y por qué están en la carretera.
Como respuesta, la placa que fue colocada en el lugar, reza lo siguiente: “Niños, vuestro paso por la vida fue efímero, pero nuestro recuerdo será eterno. A muy temprana edad os sorprendió la muerte, pero con vuestra inmolación, obtuvisteis la inmortalidad de los mártires. Esta construcción se realizó con donativos de personas de todas las clases sociales y con la valiosa cooperación del constructor y director, Sr. Ing. Óscar A. Martínez. Jefe de la Junta Local de Caminos. Comité Pro Monumento a los niños víctimas en el kilómetro 21. “Por el respeto a la vida humana”.
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