La Unión Nacional de Padres de Familia, solicitó que se tome en cuenta garantizar el regreso a las clases presenciales como primer paso para proyectar un calendario escolar, y afirmó que las condiciones sanitarias aún no dan estabilidad de semáforos epidemiológicos.
Además, pidió establecer las prioridades para dar seguridad a que el regreso e inicio de clases presenciales sea una realidad, permanencia en la ejecución y asistencia, y como resultado garantizar el término del próximo ciclo escolar, debe ser el punto de partida; y señaló la oportunidad de exigencia a las autoridades educativas en el estricto sentido de plantear una ruta ordenada.
“La SEP debe informar cuántas escuelas, tanto públicas como particulares, van a cerrar por no cumplir con las medidas de seguridad sanitarias, pues sabemos que hay escuelas públicas que no contaban con agua desde antes de la pandemia y hay escuelas particulares que tenían este suministro intermitente en sus instalaciones, por razones ajenas a ellas, siendo responsabilidad total de las autoridades de cada estado el abastecimiento”, mencionó en un comunicado.
Lo anterior, lo calificó como una oportunidad para que las escuelas tengan condiciones dignas para todos y sus hijos regresen a espacios en mejores condiciones que como los dejaron; porque la falta de agua afecta un proceso tan importante como lo es la desinfección de las escuelas y esto impedirá cumplir lo que han venido mencionando sobre garantizar la seguridad sanitaria, y que la SEP activará los Comités Participativos de Salud Escolar en escuelas públicas de educación básica. Estos estarán encargados de desinfectar y limpiar de forma rutinaria.
Así mismo, dijo que establecer un calendario escolar es necesario, pero no es efectivo si no considera las diferentes realidades que se viven en cada estado y en cada escuela.
“Invitamos al análisis consciente de lo que conlleva ampliar el ciclo escolar sin tomar en cuenta la necesaria descentralización y autonomía en la gestión de la responsabilidad que tienen las escuelas en la toma de decisiones, además la carga de trabajo que esto implicará para los docentes y los alumnos existiendo poca garantía de una efectiva. Sin embargo, prolongar el ciclo escolar puede también afectar a los alumnos en su estado de ánimo por la carga académica y también a los profesores”, manifestó.
También, consideró que el daño socioemocional está presente por el aislamiento; y que si en las escuelas no se considera la importancia y verdadera implementación de dar un apoyo de contención esto generará un mayor riesgo, aunado los efectos colaterales de los padres de familia por la inversión en costos y tiempos que implica este prolongado ciclo escolar, además de que 15 días adicionales de clase no son suficientes para abatir rezagos causados por la pandemia, si no se considera una revisión integral de contenidos.
Finalmente, reconoció que es necesario un regreso a clases presenciales, pero atendiendo a la congruencia y cumplimiento de los protocolos que la SEP ha propuesto, en una ruta con certeza que permita actuar en la acción no en la reacción nos acercará a un verdadero regreso responsable.