Los rescatistas independientes en la ciudad enfrentan una grave crisis por la falta de apoyos oficiales. En el caso de la Comisión Nacional de Emergencia, llevan tres años solicitando una ambulancia usada al Estado, en tanto que desde hace meses Municipio no autoriza dotación de combustible que había prometido.
Actualmente la Comisión Nacional de Emergencia dispone de una sola unidad modelo 1984, pero movilizarla para apoyar a los chihuahuenses se ha convertido en un calvario debido a que no hay recursos para combustible.
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Los cuerpos de rescate independientes trabajan en condiciones deplorables, y los que subsisten lo hacen con el ánimo de ayudar a la población.
En tanto que Dorados del Aire congeló operaciones desde hace meses por falta de dinero.
Por su parte, el delegado de la Comisión Nacional de Emergencias en Chihuahua, Rubén Flores, mencionó que Urge recibió de fondos federales 40 ambulancia y mucho del parque ha sido dado de baja, pero su conocimiento es que serán repartidas a municipios o instituciones, pero la CNA quedó fuera del reparto.
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) presta gratuitamente sus servicios a la población, cuya delegación se encuentra instalada en la calle Pedro Meoqui, a un costado de la Comandancia Sur, la cual era la antigua Delegación 20, que actualmente cuenta con un padrón de 17 elementos.
El comandante de esta corporación destacó que la CNE es una institución que realiza sus funciones de manera altruista, por lo que incluso quienes laboran en esta instancia no perciben sueldo alguno, ya que lo hacen de manera voluntaria.
Actualmente la comisión cuenta con una sola ambulancia modelo 1984 para ofrecer atención prehospitalaria a través de personal calificado y debidamente capacitado como socorristas y paramédicos quienes auxilian en labores de rescate cuando son requeridos por la población o autoridades municipales.
La agrupación Cruz Ámbar, ubicada en la calle Frenso y Ramón Guzmán, es atendida únicamente por dos voluntarios quienes tienen que cooperarse para combustible.
Los encargados de las asociaciones destacan que los recursos con los que se sostienen son de rifas o boteos que ellos mismos organizan
Alfredo Domínguez, integrante de Cruz Ámbar, contó que lleva 40 años como rescatista, sin embargo desde hace varios años se enfrentan con graves problemas de operatividad.
Mencionó que la unidad con la que cuentan es 8 cilindros, por lo que el gasto de combustible se vuelve una pesadilla.
Los técnicos de emergencias médicas y paramédicos que trabajan como voluntarios atienden enfermos o heridos en situaciones de emergencia, pero su trabajo está mermado.
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