Los agentes estatales que realizan los recientes operativos contra integrantes del crimen organizado se sienten solos al enfrentarse a sujetos mejor armados y que conocen caminos y brechas de la Sierra Tarahumara donde las pick ups de la Policía Estatal ni siquiera pueden ingresar.
En los poblados adentro de San Rafael, lugar en que las distancias por caminos de terracería son de 3, 4 y 7 horas, es donde los pistoleros del Cártel de Juárez se esconden tras realizar acciones delictivas.
Los recorridos a diversas zonas como Otachi, Chihuahua, ubicada en lo intrincado de la Sierra Tarahumara, son lugares a donde el acceso en vehículo es complicado, por lo que las incursiones se hacen a pie o en caballo, pues lo “lodoso” de los caminos de terracería afectados en esta temporada por las recientes lluvias, hacen que el acceso a los diversos poblados donde operan grupos del crimen organizado sea difícil de realizar.
Además los agentes estatales deben cargar a sus espaldas rifles de alto poder con un peso considerable, además de los chalecos y cascos antibalas, uniformes y equipo táctico.
Pese a ello, los policías estatales hacen el mejor de los esfuerzos para realizar los operativos y poder ubicar a los integrantes del crimen organizado que operan en esta región de la sierra chihuahuense.