Al celebrarse los 60 años de la creación del Colegio de Ingenieros Civiles de Chihuahua, el ingeniero Miguel Álvarez Sánchez presentó el proyecto Presas Bajo Tierra, que busca “atrapar” el agua subsuperficial que continuamente está circulando por el estado de Chihuahua a niveles no mayores a los 10 metros y que termina perdiéndose, para que sea aprovechada en beneficio de la población y el agro local.
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Las Presas Bajo Tierra son sustentables, sostenibles y autónomas, debido a que no necesitan energía para funcionar y dentro de las tres principales bondades se encuentran que el agua no se evapora, no se contamina y no se requiere mantenimiento.
Sánchez Álvarez dijo que las presas tales como las conocemos pierden por concepto de evaporación hasta un 40% de su capacidad, se contaminan fácilmente y su mantenimiento se eleva tanto que se equipara con el costo de su misma construcción.
Además coincide en que el único impedimento para que este proyecto no sea viable es la naturaleza, pues los costos y los permisos quedan rezagados cuando la necesidad del vital líquido se presenta en la población.
El especialista narró que durante sus años de estudiante en Kioto, Japón, aprendió los patrones de movimiento del agua debajo de la tierra y desde hace 5 años decidió retomar el proyecto, ante los problemas reportados con la disponibilidad de agua en el mundo.
Presas Bajo Tierra cuenta con el registro de patente 337027, que marca el proceso para el aprovechamiento de este tipo de agua.
Al aseverar que existe mucha disponibilidad de agua subsuperficial en México y Chihuahua, la intención es aprovecharla en favor de la población.
La empresa queretana ha desarrollado a lo largo del país estos proyectos exitosamente en poblaciones con pequeñas cantidades de habitantes; dijo que en el poblado de Samachique, en el municipio de Guachochi, se logró dar agua a 2 mil 700 habitantes y se han logrado regar desde noviembre pasado de manera permanente 12.4 hectáreas de cultivo, para lo cual se realizó una excavación de 5.4 metros.
El director del proyecto Presas Bajo Tierra reconoce que Samachique era una población que no tenía agua de manera permanente, solamente lo que recibían de la lluvia, y ya a tienen agua constantemente.
Destacó que la población dejó de sufrir por agua potable o de llenar pesados tambos e incluso caminar o transitar distancias largas para conseguir agua. Cabe hacer mención que el proyecto recibió el Premio a la Sustentabilidad, y este año concursó entre iniciativas de 18 países para ganar el primer premio como Producto Innovador.
