El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann celebró la liturgia de la Pasión de Cristo este Viernes Santo de forma privada, desde la Capilla de Nuestra Señora de Lourdes, en las instalaciones del Arzobispado, y que fue transmitida por las redes sociales de la Arquidiócesis, como medida de prevención de contagios, ante la pandemia por Covid.
Luego de las lecturas correspondientes, Monseñor Miranda Weckmann elevó oraciones de intercesión por la Santa Iglesia de Dios, para que Dios le conceda la paz y la unidad, la proteja en todo el mundo y conceda una vida serena para alabar a Dios, Padre Todopoderoso. Por el Papa, el Santo Padre, el Papa Francisco para que Dios nuestro señor que lo eligió entre los obispos, lo asista y proteja como guía para el pueblo santo de Dios.
“Por el pueblo de Dios y sus ministros, oremos también por mí, indigno siervo tuyo, obispo de esta Arquidiócesis, todos los obispos, presbíteros, diáconos, quienes ejercen algún ministerio en la iglesia, padres de familia, laicos comprometidos, religiosas y el pueblo santo de Dios. Por los que no creen en Dios, oremos también, por los que no conocen a Dios, para que obren siempre con rectitud y puedan llegar así, a conocer a Dios”, expresó.
También instó a orar por los jefes de estado y todos los responsables de los asuntos públicos, para que Dios, Nuestro Señor les inspire decisiones que del bien común, en un ambiente de paz y libertad. Por las personas que están aquejadas por la enfermedad del Covid, u otras enfermedades graves; y por todos los que se encuentran en alguna tribulación.
“Estamos en el viernes santo, hoy Jesús no invita a meditar en los misterios de su pasión y la palabra de Dios de este día ha sido muy iluminadora para lograrlo, y le pedimos que lo vivíamos, hoy Viernes Santo, Jesús fue clavado y murió en la cruz, toda su vida, estuvo dirigida a este momento. Había esperado en ella muchos años y aquel día se iba a cumplir su deseo de redimir a todos los hombres, la cruz que había sido un instrumento infame y deshonroso se convertía en árbol de vida y escalera de gloria, la cruz tiene un solo sentido, una sola explicación, el amor”, explicó en su homilía.
Monseñor Miranda, mencionó que la muerte de Jesús fue en obediencia suprema al Padre, cargó con los pecados de todos, se hizo solidario de la suerte de la humanidad todo lo que padeció es precio del rescate, para liberar de la muerte no se contentó con sufrir un poco, quiso agotar el cáliz, sin reservarse nada, para que enseñar sobre la grandeza de su amor.
“El drama de la cruz sigue siendo motivo de escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero nosotros sabemos que en la cruz se consuma la redención. En ella encuentra sentido el dolor humano, en ella conocemos la malicia del pecado y reconocemos el amor de Dios por cada uno de nosotros. Se ha cumplido la hora, este es el momento en que el Señor obra nuestra redención, ya somos hijos de Dios porque Jesús ha muerto por nosotros, y su muerte nos ha redimido”, expresó.
Posteriormente, dirigió la Comunión Espiritual, para todos los fieles que seguían la transmisión.
“Vamos a estar en luto, el Señor ha muerto, sabemos que va a resucitar, como es costumbre en nuestro pueblo mexicano, vamos a darle el luto a nuestra madre, la Virgen, diciéndole que nos pesa que por nuestros pecados, ha muerto su hijo. Recordemos que la Vigilia Pascual la tendremos mañana a las 8:00 de la noche”, exhortó.
Para finalizar, dio la bendición con una oración especial el Viernes Santo, en la que dijo, “Envía Señor sobre este pueblo tuyo que ha conmemorado la muerte de tu hijo en espera de su resurrección la abundancia de tu bendición llegue tu perdón, reciba tu consuelo, acreciente tu fe santa y se consolide tu eterna redención”.