Cuauhtémoc, Chih.- La cabecera municipal de Cusihuiriachi ha ido cambiando con el paso del tiempo, sin embargo, aún conserva la belleza de los pueblos mineros de antaño, de cuando llegó a ser la comunidad más habitada de Chihuahua, en el esplendor de la actividad. Ahora, la llegada de empresarios del ramo turístico, la instalación de cabañas y otros centros recreativos amenazan con terminar con lo poco que queda.
Ante ello, el alcalde Abel Ordóñez ha estado trabajando en lo que pudiera ser un reglamento para que las nuevas construcciones se unifiquen y logren que Cusi no pierda su imagen pintoresca, situación que habrá de plasmar en un reglamento que espera someter a aprobación al Ayuntamiento local.
Buscadores de entierros, son quizá los que han ocasionado gran deterioro en las propiedades que bordeaban el camino principal del mineral, aunado a ello, ha sido la instalación sin planear de nuevos negocios en esta vía, que se han hecho de manera indiscriminada y sin conservar la estructura original que es precisamente el atractivo de Cusi.
Hace poco, por ejemplo, explicó el alcalde, apareció el propietario de un terreno que se ubica frente a la Presidencia Municipal, su intención era venderlo a buen precio en el mercado local, por lo que el edil intervino de inmediato y consiguió, mediante una negociación, un buen precio para que sea el Municipio el que tenga esta superficie.
Otra de las recuperaciones se dio en terrenos del fundo legal en la cabecera y que desde hace años y poco a poco fueron adueñándose empresas que llegaban a explotar la minería en este punto. A las cuales ya se les recordó que estas tierras pertenecen también al fundo legal.
Muchas de las propiedades que bordean la avenida principal del mineral han sido saqueadas, las gruesas puertas de madera y otros objetos que antes eran casi un museo abierto, han ido desapareciendo, poco a poco se va llenando de cabañas, en búsqueda de la vocación turística de la comunidad, sin embargo, el alcalde expresó que se buscará unificar y dar una imagen uniforme a Cusi, preservando aquella riqueza que le da su belleza característica.
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