¿Qué pasó con las desaparecidas del Lerdo? Parte 2 de 3

Sergio Duarte Martínez: padrote y creador de pornografía en la ciudad por 29 años

Sergio Duarte Martínez fue otro de los jóvenes que se le relaciona por su probable participación de trata y/o desaparición de decenas de jovencitas durante la época de los 2000, quien siguió de manera independiente laborando y creando material pornográfico en la ciudad de Chihuahua por 29 años consecutivos.

Tiene gran relación con Israel López Cadena “el Chilango” y los denominados “Cholos del Lerdo”, pues a través de su detención en el año 2014, se estableció que filmaba menores de 11 años en videos pornográficos como “La primera vez de Angélica”, y además algunas jovencitas identificaron a Sergio Duarte como comprador de mujeres al Chilango en el año 2002.

Desde que era joven en 1985 y hasta el año 2014, estuvo enganchando menores de edad a través de supuestos contratos de actrices que ofrecía como “productor”, y otras menores eran vendidas por Israel López Cadena “el Chilango” quien las reclutaba en estado de vulnerabilidad.

Día a día recorría siempre las principales calles del Centro de la ciudad en busca de niñas y jovencitas que pudiera invitar a su negocio pornográfico, donde incluso llevaba a algunas adolescentes al Bar Nevada, que estaba ubicado en aquella época en la avenida Juárez o Zona Dorada.

Ahí en el bar tenían que hacer un show nombrado “Coyotas”, y el dueño, un hombre nombrado “Capitán Almanza”, hizo la conexión entre “el Chilango” y Sergio Duarte, pues fue ese capitán quien invitó a Israel López al estado para trabajar y terminaron realizando trata de mujeres y una serie de negocios ilegales más.

Durante las investigaciones fueron identificados dos frentes en los que convencían a jovencitas a unirse a su red de trata en Chihuahua. “El Chilango” era, a través de niñas y adolescentes, el encargado de que estuvieran en cuestión de vulnerabilidad, es decir de familias disfuncionales, adictas o solitarias, mientras que Sergio Duarte iba por todo tipo de mujeres, con el pretexto de ofrecerles contratos como actrices, modelos y edecanes, además de llamativos pagos.

Sin embargo, al ser “productor” y promotor, él siempre tenía que filmar videos con las llamadas “aspirantes” y sostenía relaciones sexuales con ellas, así como fotografiarlas desnudas o con ropa interior, con el pretexto de enseñárselo a sus clientes para ver si las contrataba o no en su presunta agencia de mujeres.

También se logró acreditar que tanto “el Chilango” como Sergio Duarte llegaron a colaborar con una red de trata internacional en Estados Unidos, la cual tenía una ruta de mujeres que provenía de Tlaxcala, Puebla, Guanajuato, CDMX, Querétaro, Oaxaca y pasaban por Chihuahua y finalmente las distribuían a Nueva York y Georgia.

Por lo menos cinco chihuahuenses fueron llevadas de la ciudad entre el 2002 a los Estados Unidos para sostener relaciones sexuales como “girl card” donde obtenían grandes ganancias económicas y también eran obligadas a tener sexo con terceros para sostener los ingresos económicos.

A Sergio Duarte le aseguraron en el año 2014, producto de las investigaciones de todas las desapariciones del 2000 al 2004, dos domicilios en los que ocultaba material pornográfico y donde también se realizaban todo tipo de abuso contra las jóvenes que enganchaba, uno estaba ubicado en la avenida Juan Escutia y otro en la calle Urquidi y Décima.

Algunas desaparecieron vivas, otras aparecieron muertas

A Israel López Cadena “el Chilango” y a una decena de personas más se les señala como responsables de la desaparición de aproximadamente una veintena de jovencitas, de las cuales algunas fueron rescatadas, pero lamentablemente otras no corrieron con la misma suerte y las encontraron sin vida.

Directamente a él lo vinculan con el secuestro de la joven Cecilia, quien desapareció en el año 2000 y principios del 2001, así como el de Rosalba Pizarro en febrero del 2001, aunado al de Luisa Paola en el mes de marzo de 2001 y de Viviana Rayas en el 2003, incluso de ocho investigaciones más en las que pudo estar involucrado directamente.

Durante esa época, no sólo en Chihuahua sino que en gran parte de Ciudad Juárez, se elevó el número de jovencitas desaparecidas, pero en la capital la mayoría fueron privadas de la libertad y la vida por Israel López Cadena, Sergio Duarte y una banda neoyorquina que se encuentra detenida en los Estados Unidos.

A pesar de los casi 20 años de que sucedieron los hechos, algunos casos han sido resueltos y otros siguen en investigación y hace tres años lograron dar con dos de los principales responsables de estas desapariciones, quienes lideraron un mundo de trata de mujeres en la ciudad por varios años consecutivos.

Israel “el Chilango” era patrocinado o respaldado por un comandante de la Policía Federal, identificado como Israel Toledo Reyes, a quien se refieren como “el Padrino”, mismo que se reunía en la calle Tercera para verificar el número de jovencitas, embriagarse y drogarse, así como para sostener relaciones sexuales de todo tipo.

El agente federal construyó una vivienda muy extensa, la cual se encuentra ubicada en la avenida 20 de Noviembre, que algunas personas llamaban “La fortaleza de los ángeles”, que quedó completamente abandonada, la cual edificó con apoyo de algunos funcionarios del gobierno y era utilizada para llevar algunas muchachas y concentrar grandes cantidades de dinero, pero luego de que se iniciaran las investigaciones, este personaje escapó junto a su esposa.

Este amplio grupo fue y es investigado por la desaparición de decenas de jovencitas, todas menores de 18 años, como Paloma quien desapareció en el año 2002 y fue encontrada meses después en un terreno baldío sobre la carretera que conduce de Chihuahua a Aldama, sin signos vitales.

De igual forma Rosalba Pizarro Ortega, de 16 años; Julieta Marleng González Valenzuela, de 17 años; Yesenia Concepción Vega Márquez, de 16 años y Minerva Torres Abeldaño, de 18 años, desaparecieron en la ciudad de Chihuahua entre febrero y marzo del 2001. No se conocían entre sí, pero las unen las fechas y los hechos de la desaparición, su identidad de “quinceañeras” y el hecho de ser hijas de hogares humildes, estudiantes, obreras de la maquila o trabajadoras de la economía formal e informal.

En marzo de 2003 desapareció Viviana Rayas, uno de los casos más sonados en la ciudad, esto en el parque Lerdo; la joven hacía una tarea de la escuela, la acompañaron al camión, se subió y nunca más la vieron. Tenía 16 años, era cuando desaparecían jovencitas del Centro, días después la encontraron sin vida en la carretera a Delicias en el año 2003.

En 2004 encontraron el cráneo de Rosalba en Aquiles Serdán y se agudizó la búsqueda de “el Chilango”, pero este último ya había escapado a la Ciudad de México, donde permaneció hasta el año 2015.

Con la finalidad de mantener la tranquilidad de algunas familias, se reservó el nombre de las jovencitas que fueron rescatadas de esta red de prostitución, así como otras que se mantenían privadas de la libertad por este grupo de tratantes.