RESPALDO.- El candidato presidencial de Morena, Encuentro Social y Partido del Trabajo, Andrés Manuel López Obrador, hizo honor al nombre de la alianza “Juntos haremos Historia”, pues se levantó con el triunfo prácticamente con el resultado que ya habían dado las encuestas, ninguna de las cuales las pagó el tabasqueño, que era lo que presumía.
RESPALDO I.- El próximo presidente de México hasta anoche apuntaba a tener si no una gran votación, sí la ventaja incuestionable, también como estaba previsto; pero además llegó con un respaldo absoluto de los votantes en la mayor parte de los estados donde se eligieron gobernadores, en los distritos electorales federales y locales, incluso en entidades donde parecía que no ganaría o donde se confirmó el pronóstico de que no ganaría.
RESPALDO II.- Además obtuvo el respaldo prácticamente inmediato, lo que nadie se esperaba, de los otros candidatos presidenciales, José Antonio Meade del PRI, que fue el primero y más generoso; y Ricardo Anaya, del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, que incluso habló con López Obrador por teléfono antes de aparecer públicamente a reconocer su derrota.
RESPALDO III.- Así que por falta de respaldo no podrá quejarse el nuevo presidente, lo que legitima de la forma más amplia su triunfo en la tercera contienda presidencial que enfrenta.
ESCENARIO.- Por cierto, se cumplió el mejor escenario postelectoral al que podría aspirarse: una victoria contundente, holgada, legítima, sin hechos graves que marcaran la elección; y un regreso a la normalidad ahora previsible, a juzgar por los mensajes tanto de López Obrador como de sus dos principales competidores, que ni cosquillas le hicieron en toda la contienda, al contrario, más lo elevaron en las preferencias.
VENEZUELA.- ¿Qué sigue para México? Ni de lejos se vislumbra un panorama como el de Venezuela, pues no sólo tiene el próximo presidente el respaldo nacional, sino que hay confianza en una fortaleza institucional mexicana mayor a la que casi toda América Latina tiene, por lo que, por ahora, parece imposible una crisis política o de otra índole en el corto plazo.
CONTRAPESOS.- Ese poder legítimamente entregado a López Obrador requiere de contrapesos y es ahí donde los partidos perdedores tienen gran responsabilidad y enorme reto, para que el cambio que llega ahora para México se dé con estabilidad, tranquilidad y sin los sobresaltos que los detractores de Morena pronosticaban.
ISLA.- En el caso local, Chihuahua permaneció como un islote azul en medio de la ola de Morena, pues aunque los números precisos y oficiales tardaron en fluir, la mayor parte de los candidatos azules, con números propios en la mano, se declararon ganadores, con cifras que apuntaban al PRI en el tercer lugar.
ISLA I.- Si bien no fue sorpresivo, porque ya se sabía que Chihuahua estaba pintado de azul, llamó la atención que se confirmara, en buena parte de la entidad, la caída tricolor, partido que cada día demuestra que sí puede caer más bajo, ya que ni siquiera correspondió con la línea nacional del PRI, tan generosa con los ganadores.
TACAÑOS.- Los candidatos y el dirigente del tricolor, Omar Bazán Flores, se vieron por demás tacaños, tal vez ni siquiera observaron el mensaje en cadena nacional de Meade y René Juárez Cisneros, que generosamente aceptaron la derrota con una anticipación nunca antes vista y los abanderados locales salieron con regateos que iban de lo tonto a lo ridículo, cuando tenían también sus propias cifras, como todos, que no dejaban lugar a dudas.
TACAÑOS I.- Si la discusión del PRI casi estaba en que si conservaba o no el registro, no necesitaban que Maru Campos, Gustavo Madero, Rocío Reza y los candidatos a diputados federales y locales salieran a declararse ganadores, para que ellos, los priistas, también actuaran de forma generosa para reconocer la derrota. En fin.
ESTADO.- Por cierto, en esta elección la mano del Gobierno del Estado fue notoria, pues lo que nunca, emprendió una cacería de mapaches, pero casualmente puros del PRI, que llevaron a una confrontación con las fuerzas tricolores, que a su vez hicieron crecer la idea de que había un acuerdo de Acción Nacional con Morena para concretar la peor caída del Revolucionario Institucional en su historia.
DENUNCIAS.- Las denuncias en torno a la elección comenzaron horas antes de la jornada, pero tanto el PRI como el Gobierno del Estado, a través de la Fiscalía General, las manejaron a su antojo. No eran propiamente mapaches ladrones de urnas, pero sí andaban en actividades bastante sospechosas los que se denunciaron.
MAPACHES.- El choque comenzó desde el sábado, cuando el dirigente estatal del PRI, Omar Bazán, denunció el “secuestro” de dos de sus militantes en la región de Madera, Jorge Guzmán Enríquez y Adrián Alonso Martínez Ramírez, para, más tarde, asegurar que habían sido retenidos ilegalmente por la Policía Estatal por órdenes de Javier Corral.
MAPACHES I.- La Fiscalía del Estado respondió con un comunicado oficial, dando a conocer que había detenido dos personas, sin decir de qué partido, en el entronque a Las Varas, en posesión de 19 mil 500 pesos en efectivo, dispositivos móviles con imágenes de credenciales de elector ajenas, así como una lista que contenía nombres de personas y la supuesta cantidad de dinero que les fue entregada.
SECUESTRO.- Previamente, la gente de Morena puso a correr la versión de que cientos de tarahumaras habían sido secuestrados en Balleza por el PRI, para impedir que votaran, hecho que resultó falso, pero que sirvió para que naciera la idea de una alianza del partido de Andrés Manuel López Obrador con el PAN y el gobierno de Corral.
CACERÍA.- La cacería se extendió a Juárez ya el domingo por la mañana, cuando la Comisión Estatal de Seguridad, mucha más activa que la Fepade y todos los organismos electorales juntos, reportó la captura de tres personas, dos hombres y una mujer, que compraban votos para un partido, obviamente el tricolor.
CACERÍA I.- A los sorprendidos angelitos les encontraron 554 sobres con dinero en efectivo y 27 copias de credenciales de elector, pero en este caso nadie del tricolor salió a dar la cara por ellos, así que terminaron consignados a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade).
AQUILES.- La CES continuó con su alto perfil con la detención del alcalde suplente de Aquiles Serdán, Raymundo Gutiérrez -quien se quedó en lugar del exverde y ahora priista Ariel Fernández- acusado de comprar votos, así que sin remedio fue capturado y consignado al Ministerio Público Federal.
CUESTIONABLE.- Nada sería cuestionable, de no ser porque en los casos que involucraban a panistas en probables delitos, la autoridad estatal estuvo ausente y en actuaciones de la Policía Municipal de gobiernos azules, los agentes tuvieron la instrucción de hacerse los occisos.
DELICIAS.- En Delicias, según las denuncias del tricolor, fueron detenidos Esteban Grajeola y Apolinar Ramírez, cuando compraban votos para el PAN, pero a los pocos minutos fueron liberados sin ser consignados a la autoridad federal, pues las influencias azules lograron su cometido.
CAPITAL.- En Chihuahua, por otra parte, la gente del candidato a síndico Fermín Ordóñez detectó y pidió la detención de un grupo de porros panistas que fueron ubicados en el sur de la ciudad, pero tampoco fueron detenidos porque como eran del PAN, no había evidencia suficiente.
GORDO.- Pasó lo mismo con un programa alterno o apócrifo del Gordo Cívico –con el que el sector privado y el Instituto Estatal Electoral promueven el voto- que presuntamente se había usado para favorecer el voto al PAN en la capital, lo que se denunció tanto del war room del candidato de Morena, Fernando Tiscareño, como el abanderado y el dirigente municipal del PRI, Alejandro Domínguez y Alfredo Aguirre Carrete.
PUÑALADAS.- Pero total, tanto unos como otros pregonan que a puñaladas iguales llorar es cobardía, nomás que se les olvida el día de la jornada electoral, que fuera de estos hechos transcurrió con cierta normalidad, muy favorable si se compara con lo vivido en otras entidades del país.
ENCIERRO.- Por cierto, lo que causó mucho ruido desde el pasado viernes y hasta ayer, fue la sospechosa medida que se le informó al personal operativo y administrativo de la Fiscalía General del Estado y la Comisión Estatal de Seguridad, de que debería trabajar el fin de semana como si fuera cualquier día, con motivo de la jornada electoral.
ELECTORERO.- La falta de pago extra, el aviso a última hora, el trabajo sábado y domingo, dicen, es lo de menos. Lo que les dolió a los policías y burócratas estatales fue el encierro, muy arbitrario y más sospechoso, para impedirles salir a votar, pues a algunos les dieron permiso y a otros no, pero no se sabe con qué criterios.
ELECTORERO I.- Lo peor es que hasta el personal administrativo de los centros penitenciarios se mantuvo encerrado sin razón alguna, salvo que por algún fin electorero; y la medida se entiende para todo el personal de seguridad con labores esenciales, pero no para los demás, sin justificación alguna.
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