BIPARTIDISMO.- Lo que no habían logrado los minipartidos en décadas de vivir del presupuesto, lo logró Morena, principalmente por Andrés Manuel López Obrador: romper el bipartidismo en Chihuahua, que se había instalado desde hace más de dos décadas en la entidad, con el que se habían acostumbrado a vivir todos.
BIPARTIDISMO I.- Las cifras preliminares dan como ganador a López Obrador en las principales plazas de la entidad, a 9 de 22 contendientes de Morena por los distritos locales, a 5 de 9 candidatos a diputados federales, a 5 de 67 aspirantes por los municipios, que parecen pocos, pero representan 2 de las 5 ciudades más grandes de la entidad, Juárez y Cuauhtémoc, en la primera donde sigue dando la batalla y la segunda de plano arrebata al PAN.
BIPARTIDISMO II.- La fuerza de Morena le alcanzará para tener una bancada de 10 diputados como mínimo, lo que afecta principalmente al PAN, que bajó de 16 distritos ganados a sólo 11, lo que reducirá considerablemente el grupo parlamentario, que de por sí era de mayoría no decisiva. Así, la segunda parte del sexenio de Javier Corral será muy especial en cuanto al bloque opositor que le hará contrapeso al Ejecutivo.
BIPARTIDISMO III.- En las diputaciones federales ni qué decir. En el año 2015 el PRI se llevó 8 de los 9 distritos, aquella vez el PAN presumió “haber abollado el carro completo”; mientras que ahora 5 los ganó Morena y dejó 4 para Acción Nacional, ni uno de ellos en Juárez, lo que hace años fuera bastión azul.
RECOMPOSICIÓN.- Esta recomposición de las fuerzas políticas dará para mucho, para empezar por el bloque opositor al PAN que se conforma ahora y la presión que le meterá a una más disminuida bancada del PRI, que si en 2016 logró ganar 6 de los 22 distritos, con un huracán azul en contra, ahora no obtuvo más que uno, en la cada vez más reducida región del voto verde, en la sierra.
OPERACIÓN.- Por cierto, los que saben apuntan a un nombre que, aseguran, no hay que perder de vista porque fue una de las principales columnas para sostener el triunfo de López Obrador y Morena, con el voto prácticamente lineal que se vivió. Se trata de Rafael Espino de la O, uno de los chihuahuenses más cercanos al próximo presidente.
ESTRELLITA.- El operador que se llevó la estrellita, dicen, está fuera del círculo de los neomorenistas y de quienes se subieron a la ola de la izquierda cuando vieron que parecía imparable; fue suplente de Cruz Pérez Cuéllar en la candidatura al Senado de la República, para estar libre para la operación que fue más que exitosa.
CERRADA.- La pelea por Juárez fue de los puntos más sorprendentes de la contienda, pues aunque el alcalde independiente Armando Cabada y su grupo aseguraban tener el carro completo, con competencia en distritos locales y federales, el abanderado de Morena, el expriista Javier González Mocken, se impuso.
CERRADA I.- Desde la noche del domingo decían que la pelea estaba muy cerrada, pero entrada la madrugada del lunes se vieron las primeras señales de una muy probable derrota, cuando los independientes salieron con la vacilada de que tenían que esperar el PREP del Instituto Estatal Electoral para ver cómo iban, cuando todo mundo sabe que cada partido o candidato trae sus números, con base en la estructura.
GANADA.- En cambio, la gente de González Mocken ya traía el triunfo en las manos con sus cifras y cómo no pensar eso si Morena arrasó en la contienda para diputados locales y diputados federales en Juárez, dejando al PAN, en números gruesos, en segundo lugar y al PRI en tercero, con rara presencia independiente.
EVANGÉLICOS.- Pero además el que dominaba con candidaturas de legisladores era el Partido Encuentro Social, sumado al Partido del Trabajo y a Morena, fórmula que le aportó los votos que marcaron la diferencia y también una nueva correlación de fuerzas en la frontera.
MESA.- Tan seguros estaban del triunfo los de González Mocken en Juárez que desde la madrugada del lunes decían que la elección la ganaban en las urnas y si no la ganaban en los tribunales, pues a funcionarios de Cabada los agarraron con las manos en la masa y ya les tenían varias causas para proceder ante la Fepade y los organismos electorales.
JORNADA.- Por cierto, la intensa jornada electoral del pasado domingo, ya a toro pasado y con números más definitivos, invita a hacer un análisis de los resultados que se dieron en todo Chihuahua.
AMARILLOS.- A nivel estatal, hay focos amarillos, casi rojos para los panistas que son parte del grupo de Javier Corral, que demostraron a todas luces que simple y sencillamente la operación en un proceso electoral nada más no se les da, pues con toda la fuerza del Palacio de Gobierno nada pudieron hacer para evitar la derrota fuera de la capital del estado.
DISTRIBUCIÓN.- Habrá que ver cómo queda la distribución de diputados locales, pero como quede será obra no sólo de López Obrador, también de la administración estatal, que gracias a la fuerza que al PAN capital del estado, Morena no tendrá una bancada mayoritaria en el Congreso del Estado.
ISLOTE.- De no ser porque la capital se blindó con Maru Campos, Georgina Bujanda, Jorge Soto, Miguel La Torre, Blanca Gámez y Rocío González, en vez de haber sido un islote azul en medio de la marejada de Morena, quizá se hubiera convertido en otro bastión del partido de Andrés Manuel.
SENADO.- Luego, las dos senadurías que Fernando Álvarez Monje, Gustavo Madero y Rocío Reza presumieron al declararse ganadores la noche del domingo, están perdidas, pues dos candidatos que eran los sotaneros al inicio, Bertha Caraveo y Cruz Pérez Cuéllar, le pasaron por encima a un exdirigente nacional del PAN y a un exgobernador del estado priista, José Reyes Baeza, lo que reflejó la deficiente operación de los equipos que los respaldaban.
SENADOR.- Sí, ciertamente Madero será senador por el PAN como mejor perdedor, sobre Baeza Terrazas, pero las dos posiciones que representan al territorio en el Senado de la República, serán de Morena y se habrán de integrar a una bancada mayoritaria en esa cámara legislativa.
BATALLA.- El caso es que en esta batalla perdida para el PAN los votos que favorecieron a la fórmula de Morena llegaron en cascada de Juárez. Otra vez Chihuahua fue el punto de contención para los abanderados azules.
JUÁREZ.- En las diputaciones federales, la gran vergüenza para el PAN fue haber perdido los 4 distritos de Ciudad Juárez, incluso en alguno terminar en tercer lugar, así como haber perdido el de Cuauhtémoc, y sólo haber podido sostenerse en la capital del estado, en Delicias apretadamente y en Hidalgo del Parral, con lo que por cierto quedó demostrado que el alcalde independiente reelecto, Alfredo “Caballo” Lozoya, no estaba en pacto con Morena.
PRESIDENTE.- A nivel municipios en la elección presidencial, la capital del estado fue de las pocas demarcaciones en donde Ricardo Anaya sacó el triunfo, pero fue arrasado en Ciudad Juárez, en Delicias y en Cuauhtémoc, mientras que en Hidalgo del Parral también perdió, pero no por tanta diferencia como en las otras ciudades.
FUERZA.- A la distancia, lo que resalta es que en el PAN hubo un solo nombre victorioso, y ese fue el de Maru Campos, pues la capital del estado fue la que le dio soporte a todo Acción Nacional, ya que ganó todo, ayuntamiento, sindicatura, diputados federales, diputados locales, senaduría y presidente, es decir, la estructura de la capital demostró no solamente fuerza, sino una solidez a prueba de todo.
RESULTADO.- Y es que el análisis es simple: si en la elección del pasado domingo no se hubiera contado en el PAN con Maru Campos y su estructura, ¿cuál hubiera sido el resultado? Evidentemente no se hubiera tenido la capacidad de arrasar en la capital del estado, y con esto, soportar un resultado a nivel estatal más o menos decente.
DESPARASITADO.- En condiciones normales, la derrota que padeció el PRI en Chihuahua, y en todo el país, hubiera llevado a una renuncia inmediata del dirigente estatal, pero dicen que Omar Bazán Flores, si toma una decisión inteligente, antes de ser diputado plurinominal –si es que el tricolor no perdió el registro, según el bullying político- deberá aguantar el vendaval que se viene y aprovechar la derrota como un “desparasitador” del partido.
PARÁSITOS.- Si algo bueno le dejará la derrota al PRI, fuera de los análisis, mesas de discusión, foros de revisión del nuevo descalabro y otras vaciladas que se inventan los priistas cada vez que pierden, será que los tricolores ya pueden darse cuenta de quiénes traicionaron al partido, que se fueron de éste a competir por posiciones desde otros o que, peor aún, sin irse, desde adentro, operaron en contra a favor de candidaturas que nacieron fracasadas.
TRAIDORES.- Así que la limpia vendrá sola, pues con qué cara van a llegar los traidores, con qué cara los varias veces perdedores, con qué cara los que optaron por quedarse, pero para hacer más daño en vez de ponerse a ayudar al equipo. Sólo que sean demasiado cínicos, lo cual es probable, habrán de arribar a disputarse los despojos del partido que dejaron.
DERROTA.- Porque no pueden hacerse patos, con eso de que las derrotas son huérfanas y a las victorias les sobran padres, pues el fracaso no es de uno, es de muchos, es de todos; es de los Duarte que jamás expulsó el PRI, de la decadencia a nivel federal, pero también es de los priistas que optaron por picarse los ojos y pelearse, en vez de unirse para enfrentar los retos.
NOS INTERESA SU OPINIÓN, escríbanos al correo electrónico de Ráfagas: rafagas@elheraldodechihuahua.com.mx
