Tras los daños y ataque con bombas “molotov” a la infraestructura del periódico El Monitor de Parral, delincuentes ingresaron a las instalaciones y se robaron las unidades de almacenamiento de las cámaras de seguridad y un equipo de cómputo, para que no quedara rastro o evidencia de los hechos.
Luego del recuento de los hechos, personal y trabajadores de este medio de comunicación, que realizaron un inventariado de los daños ocasionados en la madrugada del miércoles, se percataron de la falta de una unidad de memoria y de un equipo de cómputo donde resguardan la información de la empresa.
A pesar de que la Fiscalía General del Estado se encuentra indagando este ataque dirigido a un medio de comunicación, no hay rastro en video de las unidades de almacenamiento, ya que los delincuentes ingresaron y se la robaron, previo a lanzar las bombas de gasolina que incendiaron varias áreas del periódico originario de Parral.
Elementos periciales y la unidad de inteligencia ya solicitaron la información a cámaras de comercio aledaños o cualquier punto que pueda colaborar en la investigación, sin que hasta el momento se logre acreditar el grado de participación o la identidad de todas las personas que cometieron el ataque.
En el antecedente de los hechos, se constató que a las 12:00 horas de la medianoche, un grupo de sujetos que viajaban en dos vehículos comenzaron a quebrar los vidrios de las instalaciones del periódico, por lo cual trabajadores que se encontraban al interior comenzaron a solicitar el apoyo de elementos de seguridad, mientras se resguardaban en el lugar.
Posteriormente ingresaron a las instalaciones, merodearon por el primer y segundo nivel del edificio y tomaron algunos artículos, para finalmente lanzar bombas al interior, y salieron huyendo del lugar, por lo que minutos después arribaron los elementos de seguridad a estas instalaciones para tomar el control de la situación.
Al llegar al lugar los agentes municipales se percataron del incendio que había en el interior de las instalaciones, luego de que el grupo de delincuentes comenzara a lanzar envases de vidrio con gasolina o bombas tipo “molotov”, con las que dañaron varias de las áreas del lugar, donde incluso la empresa tuvo que cerrar su edición impresa, por el daño de las máquinas que utilizan para la elaboración del periódico.
Uno de los empleados, que dijo llamarse Alfonso, fue uno de los cuatro trabajadores que se encontraba al interior de las instalaciones y que estuvo colaborando para acabar con las llamas, ya que amenazaban con expandirse por todo el edificio que consta de por lo menos tres pisos donde se distribuye la elaboración y coordinación del periódico.
Aunque desconoce qué fue lo que ocurrió, tuvo que relatar en compañía de los empleados qué fue lo que había sucedido, sin que hasta el momento ninguno de ellos logre identificar a los atacantes, por lo cual la Fiscalía General continúa en las investigaciones correspondientes para resolver el caso.
El fiscal general César Augusto Peniche comentó que según la información que han recabado de los hechos y los antecedentes del medio de comunicación, la plantilla de trabajadores, como los dueños o directivos de la empresa, no cuentan con algún tipo de amenaza o advertencia, por lo que hasta el momento no se ha logrado determinar el móvil de la agresión.
En tanto agentes del Ministerio Público y de la Agencia Estatal de Investigación llevan a cabo las diligencias, entrevistas, análisis y labores necesarias a fin de esclarecer este lamentable suceso; de igual forma, personal de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas brinda el acompañamiento a los afectados.
A su vez, se instruyó a Fiscalía de Distrito Zona Sur y de la Fiscalía Especializada en Investigación a Violaciones de Derechos Humanos para que lleven una exhaustiva indagatoria a fin de dilucidar los hechos.
Cabe mencionar que aunque se solicitó una entrevista con el propietario o director del medio de comunicación, éste último decidió reservarse a emitir algún comentario al respecto y sólo realizó una publicación a través del medio de comunicación, explicando el cierre del periódico impreso y la “autocensura” de notas de tipo policiaco.
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