Seis de cada diez personas presentan trastornos del sueño, como resultado del encierro por la pandemia del Covid-19. Lo anterior, de acuerdo con un muestreo hecho por cinco jóvenes del departamento de Investigación del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Chihuahua, quienes llevaron a cabo un análisis sobre los principales trastornos emocionales ocasionados por la pandemia.
Esta investigación fue realizada por los alumnos: Ania Sofía Loera Pinal, David Alejandro Reyes Gómez, Carolina Bolaños Bastidas, Alejandra Jaime García y Jorge Martínez, coordinados por la Dra. Rosa Geraldina Guzmán Hernández.
El estudio muestra que el cierre de actividades y el confinamiento, debido a la pandemia, generan un impacto considerable en la integridad de las personas a nivel físico, psicológico y anímico, e incluso la calidad de sueño.
“La salud mental puede verse afectada a causa de la cuarentena, por medio de la depresión, la ansiedad, los cambios en los patrones de sueño y por la violencia intrafamiliar que puede llegar a vivir el individuo en su hogar.
Además de la carga de trabajo en línea que uno obtiene por sus labores, lo cual aumenta el nivel de estrés del individuo”, refiere el estudio.
La investigación señala que el año 2020 será recordado como un hito en la historia de la humanidad, debido al brote pandémico de SARS-Cov-2, el cual causó que el mundo entrara a una nueva etapa que no se vivía desde hace muchos años.
“Debido a dicha pandemia, los gobiernos de distintas nacionalidades han decidido tomar diferentes medidas de seguridad para prevenir la propagación del agente infeccioso entre los habitantes”, señala la investigación.
Una de las medidas implementadas en el ámbito global fue el aislamiento de los ciudadanos en sus hogares. De esta manera, se suspendieron las actividades laborales presenciales, escolares y recreativas, forzando tanto a trabajadores como estudiantes de diferentes niveles a continuar con sus labores y tareas desde casa, sin embargo, esto requiere de una gran readaptación y representa un cambio drástico en el estilo de vida al que se estaba acostumbrado.
Los estudiantes señalan que la salud mental puede verse afectada a causa de la cuarentena, por lo que decidieron realizar una encuesta por medio de una plataforma digital, la cual consta de 50 preguntas.
Se logró obtener 745 respuestas, de las cuales el 69% fueron mujeres y el 30% hombres, donde se determinó ciertas tendencias con respecto a la salud mental que incluyen la depresión, enfermedad multifactorial, en la cual la persona afectada es propensa a cambios emocionales y a sentimientos de tristeza.
La tendencia demuestra que la mayoría de las personas encuestadas respondieron a la cuestión “Me siento triste o vacío” como “algunas veces” (61.34%); asimismo, en la cuestión “no tengo motivación para hacer las cosas”, la opción más elegida fue “algunas veces” (48.59%), seguida de “siempre” (6.85%) y “nunca” (28.59%).
En lo que se refiere a ansiedad, en el caso de la preocupación económica, las opciones más seleccionadas son: “algunas veces” (42.82%), “con frecuencia” (26.04%) y “siempre” (20.54%) sumando 89.4%, lo que es indicativo de que la mayor parte de los encuestados temen por su situación financiera.
Sin embargo, en la cuestión “me preocupa que algo malo me vaya a suceder”, las opciones más elegidas fueron: “algunas veces” (45.77%) y “nunca” (40.4%), lo que nos indica que esta cuestión no es un estresor prevalente entre los encuestados.
En contraste se les cuestionó sobre si les da mayor tranquilidad la realización de actividades laborales y escolares en línea, donde sólo 22.3% marcó que no, denotando que bastantes personas prefieren estar en casa.
En cuanto a los patrones de sueño, la investigación muestra que se han visto afectados por el cambio repentino del estilo de vida de las personas. Se encontró una prevalencia sobre “algunas veces” (43.76%) para la cuestión “tengo dificultades para dormir bien”, mientras que la opción “siempre” (8.86%) fue la menos elegida.
Con esto es difícil verificar si la población ya tenía dificultades para dormir antes de la pandemia o ésta precipitó el insomnio, pero entre los participantes se obtuvo un mayor porcentaje (75.71%), en donde han notado ciertas dificultades para conciliar el sueño.
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