Uno de los sucesos más trágicos que ha vivido la ciudad de Chihuahua cumple 29 años, el llamado “Sábado Negro”; 50 personas fallecidas, 360 casas destruidas y alrededor de 700 parcialmente dañadas, fue el saldo que dejó la mayor tromba que ha caído en Chihuahua en la historia reciente.
Cerca de 12 mil familias se reportaron afectadas aquella madrugada, cuando el agua hizo el mayor estrago que pudo en las colonias de la ciudad, las cuales al estar construidas, muchas de ellas sin saberlo, sobre arroyos, fueron arrasadas por el caudal del agua.
Un ejemplo de ello eran las viviendas que se encontraban en las inmediaciones de La Cantera, uno de los puntos que fue más afectado por el caudal del agua, que arrasó con decenas de domicilios en pocas horas.
El anecdotario popular señala que el momento en que comenzó la lluvia fue cerca de las 19:00 horas, cuando la tromba cayó con mayor fuerza en el rumbo de La Haciendita, en donde comienza el cauce que en ese tiempo se convertía en el arroyo de La Cantera.
Aquella noche se volvió un desastre rápidamente, las turbulentas aguas que bajaban por los cuerpos de agua, no solamente arrastraban lo que había a su paso, sino como intruso, entraba dentro de los domicilios a buscar qué más podía llevarse, destrozando familias inclusive.
Gracias a aquel desastre, 10 años después de la tragedia, colonias como Unidad, Ponce de León, Nombre de Dios, entre otras, habían nacido para albergar a quienes aquella noche perdieron todo lo que tenían, e incluso a quienes tenían con ellos.
La tragedia de 1990 trajo a Chihuahua una fecha más para llevar siempre consigo, aquel día en que los arroyos y caudales tomaron la vida de decenas de inocentes, que a 29 años siguen en la memoria de muchos.
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