El restaurante bar Tres Huastecos Norte fue víctima de la pandemia y debió cerrar sus puertas en la capital, lo que ocasionó que unas 25 familias que dependían de este negocio se quedaran sin sustento, pues dicho establecimiento no pudo tolerar el “súper cierre”, luego de meses de nulos ingresos.
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Cuando la ciudad pasó por primera vez al semáforo amarillo, desde Plaza Kronos, donde se ubicaba, invitaron a reabrir locales proponiendo pagar la mitad de los adeudos que se tenían; pero luego notificaron que habría un incremento de 60 mil a 80 mil mensuales por concepto de renta, a pesar de la crisis por la que se atravesaba.
Esto obligó a cerrar el negocio, debiendo dejar todo saldado en cuanto a rentas y servicios, y todavía invertir más recurso para limpiar y despejar el establecimiento, además de mal vender el mobiliario. Es decir, el cierre acarreó otras consecuencias que hicieron más frustrante y triste el proceso.
Durante estos meses no se pudo acceder a ningún apoyo de gobierno, a pesar de haberlo solicitado en las instancias correspondientes, por lo se debió sobrellevar tal situación de manera independiente.
Si bien es cierto nadie estaba preparado para una pandemia, pero se consideró que tal vez el denominado “súper cierre” fue demasiado tarde. Durante reuniones con autoridades de los diferentes niveles de gobierno, los empresarios siempre plantearon un cierre total durante un mes desde el inicio de la contingencia para que no colapsara la economía; sin embargo, se dio un cierre parcial y no se lograba un control efectivo de los contagios, entonces cuando se decide cerrar todo después de varios meses, algunos negocios “tronaron”.
Tres Huastecos Norte tenía tres años operando y generaba entre 20 y 25 empleos directos, es decir, unas 25 familias se quedaron sin esa fuente de ingresos.
En un principio se contaba con un establecimiento llamado “Blume” en la plaza Cantera 5, pero los vecinos ejercieron tanta presión que lograron “correr” a todos los bares de esa zona. Se perduró siete meses en el citado punto y no tuvieron más alternativa que cambiar de giro y moverse a la Plaza Kronos, bajo el nombre de Tres Huastecos Norte.
Desde que comenzó la pandemia surgieron varios problemas, por ejemplo el pago de la renta seguía llegando en la misma cantidad; asimismo, el pago de los diferentes servicios complicó aún más la situación financiera, considerando que no había flujo de recursos.
Cabe mencionar que este lugar no pudo reabrir como otros restaurantes para ofrecer al menos comida para llevar en su momento, porque cuenta con una licencia como salón de fiestas, giro que no tuvo permisos en la mayor parte del transcurso de la pandemia, de acuerdo con las restricciones del semáforo epidemiológico.
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