Chicharrones, palomitas de maíz y frituras, ofrece don Guadalupe Flores a bordo de su silla de ruedas, en las calles principales de la colonia Riberas de Sacramento, de cuya venta obtiene ingresos para la manutención de sus tres nietecitos de 10, cinco y tres años de edad.
La necesidad no entiende de obstáculos como la discapacidad motriz, como la que presenta Don Guadalupe, por lo que debe utilizar estrategias para salir adelante, después de un año que perdiera su pierna a causa de la diabetes.
“En la mañana salgo y les digo a los niños, ¿qué quieres que te traiga¿ Me piden melón, manzanas y papas, y me salgo motivado a cumplirles a mis niños”, refirió el abuelo de 57 años de edad.
Guadalupe refirió que las ventas han bajado considerablemente por la contingencia del Covid, y que en ocasiones, no completa lo suficiente para pagar la renta de su casita, y ha tenido que elegir entre pedir un plazo para poder pagar servicios básicos como el agua, por lo que expresó su agradecimiento a su arrendadora, que lo ha esperado y se ha mostrado muy comprensiva.
Las altas temperaturas, el riesgo de contraer el virus, y la dificultad de movilizarse en una silla de ruedas, han puesto a prueba el amor de abuelo de Don Guadalupe, quien es conocido en las calles de la colonia, por su carácter alegre y por ser muy saludador.
Para finalizar, invitó a quienes estuvieran por los rumbos del extremo norte de la ciudad de Chihuahua, a darse una vuelta por Riberas, para apoyarlo con la compra de unos sabrosos chicharrones.
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