Capturaron en Brasil a uno de los mayores narcotraficantes del país, fin para lo cual autorizó Bolsonaro en persona el uso máximo de la fuerza policial, ya que si bien sabía la policía que se movía libremente por cualquier parte, siempre se desplazaba con su propia seguridad y un convoy artillado y fuertemente armado que había repelido más de 50 intentos por capturarlo.
Para este fin bastó solo un helicóptero, un soldado da artillería del ejército y una ametralladora M134D que dispara 8.000 tiros de calibre .50 por minuto.
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