La disputa por la distribución de la droga en la ciudad de Chihuahua fue el motivo que desencadenó la masacre de la madrugada del domingo en Vistas del Norte, donde cinco personas murieron y tres sobrevivieron, entre éstos dos menores de edad.
Sujetos vestidos con ropa militar, portando armas de calibre .223, 9 mm. y 40 mm., tenían la consigna de asesinar a un hombre de apellido Ramos Peña, quien hace más de dos semanas fue dejado en libertad por un juez de Control, que decidió no vincularlo a proceso por un homicidio que había cometido.
Dentro de los datos que se han recabado de la escena del crimen y la información que concentra la Fiscalía General del Estado, un sujeto apodado el Pinky es uno de los que encabeza el conflicto de la venta y distribución de droga en la zona norte de la ciudad, principalmente del cártel de Sinaloa.
Casi cien disparos hicieron los delincuentes que arribaron en tres unidades; privaron de la vida a Diana Lizbeth Solís, Marco y Alfredo, de apellido Ruelas, y a una pareja que no ha sido identificada; y el motivo fue que se presume estaban colaborando para un grupo criminal en esta ciudad.
Una mujer y un hombre no habían sido identificados por los familiares ante las autoridades, por lo cual permanecían en las instalaciones del Servicio Médico Forense hasta que se diera la información correspondiente.
Según los primeros indicios que han recabado los elementos de la Fiscalía General del Estado, algunos de los fallecidos se encontraban colaborando para una célula criminal que opera en la ciudad de Chihuahua, además de que la vivienda presuntamente era punto de distribución de este tipo de sustancias.
PUGNA INTERNA DE GRUPO CRIMINAL
La pugnas entre integrantes del grupo criminal Gente Nueva desencadenó la masacre en la colonia Vistas del Norte, toda vez que delincuentes de la misma organización buscan el control de la zona norte de la ciudad para la distribución y venta de drogas, tras la muerte de Manuel Arzola Campos, alias don Meny, según los datos que ha recabado la Fiscalía General del Estado.
Según los datos de inteligencia de la corporación, delincuentes pertenecientes a la misma organización criminal buscan apoderarse de la zona norte de la ciudad, que es uno de los puntos con mayor demanda de consumo de drogas, y que hasta el momento no ha tenido un encargado de plaza, por lo que han iniciado los conflictos internos para obtener ese cargo.
La madrugada del domingo fue muestra de que dos criminales buscan apoderarse a como dé lugar de estos espacios, ya que comenzaron los enfrentamientos para terminar con la competencia interna para posicionarse en este negocio clandestino.
Dentro de las investigaciones que mantiene la fiscalía contra la familia Arzola Campos, es que son los principales vendedores de cristal en las orillas de la ciudad, tanto del norte como del sur, donde se tiene mayor consumo de esta metanfetamina.
La familia Arzola Campos tenía el control de la venta de droga en casi todo el territorio de la ciudad, hasta que mataron a don Meny en junio de 2018, y tras la detención de Gerardo Arzola el Jerry fue que este control quedó vacante y hasta el momento se mantiene en disputa por integrantes del mismo cártel.
Los Arzola eran un grupo del Cártel de Sinaloa que se hacía llamar “los Chapos”, quienes estaban a la orden de la dinastía Salgueiro, que inició con Noel “Flaco” Salgueiro Nevárez y siguió con sus hermanos, desde la sierra de Sinaloa hasta Chihuahua, y controlaban otros puntos importantes del país.
También llamados “reyes del cristal azul”, pues hace menos de cinco años esta droga se catalogaba por colores, según el bando criminal que la distribuyera; los hermanos Arzola extendieron su negocio a la venta al menudeo de cocaína para el Cártel de Sinaloa, y con esa misma protección incursionaron en el robo de combustible a Petróleos Mexicanos, con la “ordeña” de ductos que atraviesan la ciudad, y en el robo de vehículos con violencia.
Los hermanos Arzola Campos son nacidos en Durango, con edades entre 28 y 40 años, hijos de Jesús José Arzola Ibarra y María del Refugio Campos Alvarado, el mayor, apodado como don Meny, lideraba el grupo en el que sus hermanos eran parte de la estructura principal de mando, pero además controlaba la capital del estado con dos brazos, en el norte Josué Otero y en el sur Héctor Murillo el Cochiloco, ambos asesinados en un palenque la noche del sábado 3 de febrero de 2018, en la salida a Cuauhtémoc.
La relación entre don Meny y Noel el Flaco Salgueiro capturado en el año 2011 fue en sus comienzos en el mundo del narcotráfico como distribuidor de droga para este cártel, hasta que llegó a ser el encargado de la plaza.
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