El día 28 de mayo de 2018 fue la última ocasión que conocieron del paradero de Sigrid Casandra Díaz Huerta, Oswaldo Galván Rodríguez, Mayra Guadalupe Mendoza Adame y Merari Lozano Muñoz, quienes eran unos jóvenes estudiantes de enfermería en el municipio de Parral y que a un año de los hechos no ha sido posible localizarlos.
Los hechos ocurrieron por la noche en dos diferentes casos, cuando un grupo de delincuentes armados ingresó al domicilio ubicado en la colonia Kennedy y se llevaron a tres jóvenes (a uno dejaron en libertad); Mayra y Merari salieron por la noche a una presunta fiesta. Desde entonces no se ha sabido nada de ninguno.
Hasta el momento hay tres presuntos responsables que saben o conocieron de los hechos ocurridos en el municipio de Parral, quienes están en el Cereso número 1 de Aquiles Serdán, ya que se encuentran vinculados a proceso por diferentes delitos y tras las investigaciones que realizan de los hechos.
Los jóvenes tenían una relación de compañerismo, ya que tres de ellos eran pasantes de enfermería y todos se conocían entre sí, pero nadie sabe cuál fue el principal motivo que originó que los delincuentes armados se llevaran a los jóvenes durante la noche y madrugada de aquel mes de mayo del 2018.
Lo que se conoce hasta el momento es que Mayra Guadalupe tenía contactos o relación con grupos del crimen organizado, ya que la identifican en un grupo mujeres “escort”, que fue revelado tras la detención de Claudia Palmira Montalvo Acosta, la Pamy, el mes de septiembre; esta última era quien controlaba una red de prostitución en Parral.
Ante los rastreos, cateos, detenciones y decenas de evidencia e información que concentran de este caso, no se ha logrado encontrar los cuerpos de los jóvenes o algún indicio de que puedan continuar con vida, por lo que la Fiscalía General del Estado mantiene operativos permanentes de rastreo para ubicar cualquier indicio que ayude a resolver los hechos.
Mayra y Merari eran amigas muy cercanas, incluso esa relación fue la que hizo que ambas fueran secuestradas aquel día, según testigos de los hechos, irían a una fiesta y fue cuando un vehículo llegó por ellas, pero jamás regresaron; Merari no tenía un gran acercamiento con Sigrid y Oswaldo.
Según los primeros avances que se han registrado de los hechos, la privación de la libertad de todos los jóvenes se dio a consecuencia de Mayra, quien conocía o hacía negocios turbios con algunos “pesados” de Jiménez y Parral, que por estructura criminal son delincuentes que se encuentran peleando la plaza del sur del estado.
Al parecer los contactos de Mayra y sus labores o relaciones fue que arrastró al resto de los jóvenes, pues incluso los informes que mantiene la fiscalía es que los familiares conocían su comportamiento, el dinero y los amigos que tenía, además de aparecer en un catálogo de servicios sexuales.
Por otra parte, familiares y amigos de Sigrid y Oswaldo desconocen si tuvieran alguna relación o practicaran cuestiones ilegales, sin embargo, han sido los principales colaboradores para ubicar a los jóvenes, caso que no ha ocurrido con las dos jovencitas.
Datos que se han obtenido de aquella noche es que los delincuentes irrumpieron en la vivienda para sacarlos a la fuerza, posteriormente los bajaron en otro punto de la ciudad de Parral y dejaron en libertad a uno de ellos, quien según los datos no tenía nada que ver con los intereses de los criminales y le perdonaron la vida.
Fue ese joven quien ha estado compartiendo información para esclarecer los hechos, pues al ser un testigo presencial de esos secuestros reconoció a al menos cuatro agentes municipales de Parral, siendo uno de ellos detenido hace unos meses, por las investigaciones que realizan en su contra.
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