La procuraduría de los pobres institución que hoy comienza, bajo mis débiles auspicios, podrá dar más felices resultados (…) si no se atropella al pueblo
Ponciano Arriaga - Constituyente 1857
No es noticia que el gobierno de López Obrador cada día se hunda más. El problema es que en sus tumbos ha cultivado un campo fértil para seguir dividiendo a los mexicanos, socavando la frágil economía, aumentando por falta de una estrategia clínica con sensatez el número de muertes por Covid, etc. Es decir, nada ha salido bien y la percepción de todas las encuestas lo dicen, aunque por supuesto desearíamos que fuera lo contrario.
En todo ello -la CNDH-, no está exenta de agravios, que con todas sus vicisitudes cualquiera pensaría que pudiera ser la excepción de esta crisis, dado su genuino carácter constitucional de asistir a toda persona o colectivo que denuncie que han sido vulnerados sus derechos humanos; pero por increíble que parezca su estandarte de férrea defensa del pueblo que ondeaba con gallardía, hoy se está cayendo a pedazos.
El pasado 25 de abril los productores agrícolas del sur del estado enviaron con carácter urgente una queja ante la CNDH, dada la situación de zozobra y emergencia que todos conocemos en torno al problema del saqueo del agua de nuestras presas, donde la Guardia Nacional lejos de combatir al narcotráfico emprendió días antes su iracunda violencia ante inermes productores, bajo la consigna de respaldar a Conagua y CFE en la tarea de -vaciar las presas-, de la entidad en su pretendido afán de cumplir con el Tratado Internacional de Aguas de 1944, lamentablemente sólo hubo silencio de la CNDH, ante la furia arbitraria de la autoridad federal.
Amén de ello, el complejo problema observa varias lecturas que habría que escudriñar a la luz de la verdad desde un enfoque histórico y técnico-ambiental, donde pecan de ignorancia quienes afirman que México es más beneficiado por las aguas que recibe del río Colorado al Valle de Mexicali, que las que fluye a ese país por el río Bravo, sin conocer el -carácter compensatorio-, de las captaciones hídricas totales y retenciones anuales de sus afluentes de ambas cuencas en una docena de presas en los Estados Unidos del río Colorado y del río Grande (Bravo) en 9 estados de la Unión. Tarea toda esta de interpretación analítica de expertos en la materia y no comentarios de ocurrencia de tinta barata. Además sería de ingenuos pensar que los “gringos” fueran tan dejados de lo contrario no tendrían ese estatus mundial.
Frente a todo ello ha quedado demostrado que el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra, es el más grotesco e inverosímil ejemplo por el control absoluto de la CNDH por el Ejecutivo desde la creación de la CNDH (1990), sin dejar de lado la inoperancia de esta funcionaria incapaz de defender a las víctimas, por su completa ignorancia de los instrumentos y protocolos nacionales e internacionales de Derechos Humanos y del Derecho en general; cargo que exige amplia experiencia e inquebrantable voluntad contra aquellas instancias gubernamentales que infrinjan los derechos fundamentales de las personas o colectivos; pero además el requisito de no pertenecer a un partido político “fue ignorado y mayoriteado” en la Cámara de Diputados por su partido. La reciente toma de la CNDH y la exigencia por los inconformes de solicitar la intervención expresa de gobernación (Sánchez Cordero), dejó al descubierto quién manda e instruye a esta institución. Lo que ya era un secreto a voces de infinidad de los derecho-humanistas de todo el país.
La omisión oficiosa de Piedra Ibarra y su irresponsabilidad por no haber actuado con energía frente a los atropellos de la Guardia Nacional fue el punto determinante para que corriera la sangre al río, donde una pareja de manifestantes habían incurrido en el delito de defender su patrimonio, que es el agua, fue arteramente asesinada. Ante esto los mexicanos en la incertidumbre nos preguntamos: “¿Qué más nos espera con este gobierno?”.