Lo primero al despertar fue la emoción de ilusión y de expectativa sobre los regalos que se pusieron durante la noche debajo del árbol de Navidad, apenas abrir los ojos, era ya una sensación de alegría, porque nuevas y grandiosas cosas se esperan con la celebración de la natividad del Niño Dios, que trae bendiciones en forma de juguetes y peticiones anheladas.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
Es por ello que como un resorte que les hizo dejar la cálida cama de un brinco, el frío matinal de la mañana de invierno no les detuvo para acudir al punto donde se concentraban sus esperanzas y descubrir bajo el colorido árbol de navidad, los regalos que pidieron previamente por una carta escrita cuidadosamente a Santa Claus.
Así fue como vivieron esta mañana del lunes 25 de diciembre, en el Día de Navidad, los niños de la familia Aguirre Rodríguez, al abrir sus regalos que fueron envueltos y colocados especialmente para ellos, por las manos de las personas que más los aman.
Como ellos, muchos niños y niñas de Chihuahua, descubrieron los presentes navideños que en algunos casos, fueron comprados con anticipación, y escondidos en lugares secretos e indescifrables de la casa, para que no se descubrieran antes de tiempo; otros, fueron apartados y pagados de poco a poquito, dando en cada abono una trocito de satisfacción, y expectativa por contemplar las caritas felices y manitas inquietas que destrozan los papeles de regalo.
También hubo aquellos, que además del desembolso monetario, implicó pasar largas filas en las abarrotadas cajas de cobro de las tiendas y almacenes, porque se adquirieron de última hora, pero todos ellos, con el amor de quien los otorga, quienes no solo cumplen con otorgar un juguete, sino preservar la inocencia infantil y la magia de la navidad, que con cada celebración de la natividad del Niño Jesús, se esperan bendiciones y cosas buenas, sobre todo para los más pequeños del hogar.
Las bajas temperaturas registradas en la ciudad de Chihuahua, fueron un factor para que no se observaran a niñas y niños estrenando juguetes en los parques y espacios abiertos, quienes con la paciencia monumental de quien sufre por todavía no estrenar el ansiado regalo, deben esperar a las horas más cálidas de la tarde.