La Universidad ha intensificado sus esfuerzos en investigación, focalizándose en la prevención del cáncer de mama. La Dirección de Investigación y Posgrado ha impulsado propuestas dirigidas a abordar esta problemática de salud, en línea con su compromiso de impactar positivamente a la comunidad.
Una de las iniciativas destacadas es el proyecto liderado por la doctora María Cecilia Ishida Gutiérrez, que busca explorar la relación entre la gemación tumoral en el borde infiltrante del cáncer de mama y diversos marcadores moleculares, histopatológicos y clínicos. Esta investigación no solo aborda una necesidad local, sino que también contribuye a un problema global, dado el impacto internacional de esta enfermedad.
Qué es el cáncer de mama y cuáles son sus efectos
El cáncer de mama es el tumor maligno más común entre las mujeres a nivel mundial, con cifras alarmantes de nuevos casos y defunciones. En respuesta a esta realidad, el proyecto de la doctora Ishida busca identificar marcadores que permitan una mejor selección y atención de los pacientes, alineándose con los estándares internacionales de tratamiento.
La metodología propuesta por la doctora Ishida se centra en el análisis digital de una amplia base de datos, lo que permitirá estandarizar el proceso y obtener resultados significativos.
Además, su enfoque innovador combina múltiples factores clínicos y moleculares, utilizando técnicas como la inmunohistoquímica de manera eficiente y económica.
Especialistas de la UACH buscan mejores métodos en la prevención
El equipo de investigación, compuesto por destacados profesionales como Arturo Luévano González, Sergio Moreno Urbina, Mishael Sánchez Pérez y Alondra Muñoz López, está comprometido en llevar adelante esta investigación que promete arrojar luz sobre los determinantes del pronóstico para esta enfermedad devastadora.
Con la aprobación de los comités de investigación y ética, se espera que este proyecto marque un hito en la lucha contra el cáncer de mama, brindando herramientas efectivas para su prevención y tratamiento. La Universidad se posiciona así como un actor clave en la búsqueda de soluciones para una de las enfermedades más desafiantes de nuestro tiempo.
Compuestos anticancerígenos encontrados en el veneno de alacranes de Chihuahua
El doctor Pavel Gerardo Espino Solís, director de la sede en la UACH del Laboratorio Nacional de Citometría de Flujo, adscrito a la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas, cuenta con varios años en el estudio de alacranes en la región, por lo que su proyecto: “Búsqueda de compuestos anticancerígenos y antimicrobianos en veneno de alacranes chihuahuenses”, hace hincapié del tiempo que tiene en sus investigaciones.
De esta manera, pretende identificar moléculas con actividad antibacteriana y antineoplásica, con énfasis en su potencial aplicación en el tratamiento del cáncer de mama; a través de un análisis bioquímico utilizando técnicas de cromatografía y espectrometría de masas en el veneno de dos especies de alacranes endémicos del Estado de Chihuahua.
Las toxinas son los componentes del veneno de los alacranes más conocidos por sus efectos nocivos sobre células, tejidos y organismos, de acuerdo con sus propiedades estructurales y funcionales los péptidos del veneno de alacrán pueden ser clasificados en dos grupos, péptidos con puentes disulfuro y péptidos sin puentes disulfuro y es una fuente rica de moléculas con actividad en las diferentes familias de proteínas transmembranales, por lo tanto, la investigación en torno a los canales iónicos en el contexto del cáncer es un área prometedora que podría conducir al desarrollo de terapias más efectivas contra esta enfermedad.
Los beneficios potenciales del uso de toxinas de alacrán en el tratamiento del cáncer de mama son significativos, su veneno contiene un coctel complejo de aminas biogénicas, proteínas, péptidos y neurotoxinas, posee propiedades citotóxicas, apoptogenicas, inmunosupresoras y anti proliferativas y se ha descrito que algunas de estas toxinas detienen el ciclo celular y el crecimiento de células cancerosas.
Los alacranes o escorpiones son considerados fósiles vivientes, ya que hay registros que datan de aproximadamente 450 millones de años. Han experimentado escasos cambios morfológicos en comparación con las especies que actualmente se distribuyen en nuestro planeta.
El veneno de los alacranes es una fuente rica de moléculas con actividad en las diferentes familias de proteínas transmembranales, por lo tanto, la investigación en torno a los canales iónicos en el contexto del cáncer es un área prometedora que podría conducir al desarrollo de terapias más efectivas contra esta enfermedad. Distintos grupos de investigación han logrado aislar, identificar y caracterizar diferentes toxinas a partir del veneno de alacranes con efecto antineoplásico.
Además, se ha descrito que el veneno de alacrán supera la resistencia a los medicamentos en las células cancerosas, lo que lo convierte en un candidato para abordar la resistencia a los tratamientos existentes contra el cáncer.
Si el veneno de los alacranes chihuahuenses contiene moléculas con actividad no descrita, se espera que las líneas celulares de cáncer de mama seleccionadas y bacterias resistentes a antibióticos, al ser expuestas a los compuestos aislados del veneno, experimenten modificaciones en su actividad biológica y conduzcan a la muerte celular/bacteriana. Este efecto se atribuirá a la acción de las toxinas sobre los canales iónicos en las células cancerosas y los péptidos en la membrana de las bacterias, respectivamente.
Además de un equipo multidisciplinario e inclusivo de distintas facultades, locales, como María De Lourdes Ballinas Casarrubias, Graciela Dolores Ávila Quezada, Nuvia Orduño Cruz y Estefanía Quintana Medías, Espino Solís contó la aportación de investigadores externos de la UNAM, como la doctora Gloria Soldevila Melgarejo, directora del LabNalCit.
Todas las propuestas presentadas en esta Convocatoria, obedecen a una línea o área de investigación con la finalidad de ofrecer soluciones acertadas a favor de la comunidad en distintas áreas, como salud, agronomía, investigación médica, entre otros.