Memorias de Chihuahua
El libro más antiguo conservado en el Archivo General del Estado de Chihuahua acervo data de 1554. Se trata de un hermoso texto en latín sobre derecho canónico titulado “Decretales epistolae summorum pontificum a Gregorio nono”, que bien podría traducirse como “Epístolas decretales del sumo pontífice Gregorio IX”. Se trata de un importante compendio de reglamentación que integraba el derecho canónico medieval anterior y posterior a la labor sistematizada de Graciano, un jurista medieval de la afamada escuela de Bolonia.
Es importante destacar el interés de su antigüedad porque su fecha de impresión, como un acta de nacimiento, atestigua una edad de 469 años. Haciendo un ejercicio para dimensionar la edición, el libro es 155 más años más antiguo que la fundación oficial de San Francisco de Cuellar, real de minas que llegó a convertirse en los cimientos de nuestra ciudad capital. Dimensionando aún más la fecha de su edición en perspectiva de los poblamientos de la época, el libro es incluso anterior a todas aquellas poblaciones castellanas del territorio que ocupa el actual estado de Chihuahua, por lo que su misterioso peregrinar hasta el norte de la Nueva España debió ser realmente interesante, considerando que no se trata de una edición novohispana y la distancia que implicó su arribo desde otro continente separado del nuestro por un enorme océano.
La edición resguardada en el acervo corresponde a un ejemplar editado por el librero y humanista de origen lionés (Lyon, Francia) llamado Guillaume Rovillé, quien fue conocido en el viejo mundo de los libros como “Gulielmum Rovillium”.
Su procedencia puede claramente identificarse por la característica marca tipográfica del libro que, como logotipo, se asocia a la factura de su casa editorial. Consta de un águila posada en un círculo y pedestal al lado de dos serpientes con las colas enrocadas. Además, debajo de todo ello se apuntala la leyenda “apud Gulielmum Rovillium 1554”. El libro de apenas algunos centímetros corresponde al formato por el que fue notablemente conocido su editor, quien introdujo el concepto de libros de bolsillo.
No se tiene certeza del lugar en donde fue impreso el texto porque el libro no lo manifiesta. Sin embargo, en 1545 Guillaume Rovillé, luego de trabajar en imprentas italianas había retomado sus asuntos en Lyón y abrió una tienda llamada “L'Écu de Venise”, en el número 54 de la calle Mercière, especializado en la edición y venta de libros. Tenía, entonces, lo que podría llamarse una casa editorial propia que luego de un tiempo extendió en París; por eso es más que probable que nuestro libro haya sido editado en Lyon o Paris, en donde Guillaume tenía su matriz y una sucursal. Para comprender su origen y llegada a la Nueva España es también importante mencionar que sus libros tenían un amplio espacio de difusión.
Se tiene certeza que en la primera mitad del siglo XVI sus libros circulaban en diversos territorios de la actual Francia e Italia, lo mismo que en los reinos de Castilla y Aragón, de donde posiblemente fue traído nuestro ejemplar hacia la Nueva España. El libro, según una firma manuscrita perteneció al padre Francisco de Madrid.
Ahora bien. El texto es también conocido como “liber extra” cuyo objetivo fue actualizar y organizar coherentemente la diversidad de normas que integraban el derecho canónico y que previamente habían sido realizadas en una gran variedad de compilaciones que a lo largo del tiempo llegaron a ser una complicación procesal.
El libro trata, precisamente; las fuentes del derecho, de los oficios eclesiásticos, del personal de la justicia eclesiástica y de los contratos; la materia procesal, el derecho relativo a los miembros del clero y de las órdenes religiosas, algunas instituciones de derecho privado como el testamento, el derecho litúrgico y sacramental.
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