Doña Emma y Don Antonio los abuelitos del basquetbol

Superando la barrera de los 90 años, disfrutan ser los últimos de su gloriosa generación

Efrén Rodríguez Silva | El Heraldo de Chihuahua

  · viernes 28 de agosto de 2020

Fotos: Efrén Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

La brillante historia del basquetbol chihuahuense no se mide únicamente por los títulos conquistados a través de sus Dorados y sus Adelitas. No. También se mide, o debería medirse, por la gran calidad humana que, como personas, esas Adelitas y esos Dorados siguen mostrando ya fuera de las duelas.

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Este viernes El Heraldo de Chihuahua quiere rendir un homenaje no sólo al abuelo por ser su día, y vaya que don Antonio Contreras Oronoz presume de tener 13 nietos y 6 bisnietos, sino también a doña Emma Almanza, quien sin haber tenido hijos, seguro que quienes aman el deporte ráfaga estarán de acuerdo en que podría ser considerada como la “Abuelita del Basquetbol” de Chihuahua y México.

Doña Emma, hija de otro grande, don Manuel L. Almanza, cumplió 95 años el 6 de agosto y su legado al basquetbol chihuahuense va muy de la mano con el prestigio del estado grande.

Así de simple. Don Antonio y doña Emma acumulan entre ambos 188 años de vida, de los cuales más de una tercera parte la dedicaron a jugar baloncesto. A menos que alguien demuestre lo contrario, podrían ser los únicos sobrevivientes de sus respectivas generaciones, hablando de este deporte.

Emma Almanza tuvo su gran época en la década de los 40 y se distinguió como una de las más brillantes discípulas de Roberto Braulio “Che” Saldívar. Aquel equipo Adelitas consiguió seis títulos en fila entre 1943 y 1948, con Emma haciendo equipo con otras grandes como Soledad “Chole” Lozano, Cristina Hurtado, Eva Fernández, Guadalupe “Lupe” Ferrales, Guadalupe “Lupe” Padilla, Socorro Hurtado, Tere Báez y la triatleta Berta Chiu.

DON ANTONIO CONTRERAS

En Chihuahua capital son varias las colonias, sectores o barrios que presumen de tener o haber tenido como residentes a grandes personajes, ya sea de la política, del medio artístico o del deporte.

Así, tenemos que el Santo Niño se destaca como un lugar que es o fue zona de figuras destacadas como un Alfredo Nevárez en el boxeo y Mario Mendoza en el beisbol; Héctor Espino, un orgullo de la Dale, también en el rey de los deportes; Arnulfo Castillo, “el Chico” maravilla del boxeo, de la Zapata; José Luis García, ícono de la Industrial en el softbol y otros como Juan Manuel “Sota” Venegas y el “Chato” Cereceres de Ávalos en beis y soft. Sin duda, todos ellos con un historial digno de admiración y orgullo para todos sus vecinos.

Pues bien, la colonia Guadalupe no se queda atrás porque en la calle 2 de Abril sigue brillando con todo su pasado un personaje que dio lustre al baloncesto, habiéndose codeado con figurones que vistieron no sólo la casaca dorada, sino que además representaron a México en Juegos Olímpicos.

Nos referimos a don Antonio Contreras Oronoz, quien el 12 de febrero del próximo año estará celebrando sus 94 años de saludable vida.

Increíblemente, un problema auditivo con el que comenzó a vivir desde los 4 años no limitó sus deseos de llegar a ser un deportista de alto nivel y el basquetbol sería a la postre su plataforma principal.

Cuando cumplió 10 años, Antonio se enganchó con el baloncesto y echó raíces en la YMCA, jugando en la aún vigente categoría de “Pollitos”.

“El basquetbol fue mi vida”, dijo en una breve entrevista para El Heraldo de Chihuahua, desde la comodidad de su hogar ubicado en la “2 de Abril”, de la colonia Guadalupe, al lado de Rosalía, una de sus hijas.

“Me siento totalmente satisfecho por todo lo que viví en los gimnasios como jugador. No tengo palabras, el basquebol fue mi alegría”, agrega.

Entre sus grandes logros destaca el haber saboreado un mucho de la gloria de los seis títulos nacionales consecutivos de Chihuahua en torneos de primera fuerza, de 1939 a 1944, récord que aún no ha sido superado.

En 1952 ya se codeaba con varios históricos de la talla de Josué “Neri” Santos, Héctor “Tarzán” Guerrero, José “Pistolas” Meneses, Rubén Almanza, Sergio “Cherokee” Holguín y Gayle “Chato” Bluth, todos ellos de manufactura olímpica. Con ellos conquistó ese año el título nacional que hizo vibrar el gimnasio Nayo Revilla.

Como trabajador de la Banca Serfín por más de 40 años, se desempeñó desde cobrador, cajero general hasta funcionario y como jugador participó en un total de 32 torneos de la Liga Bancaria, asumiendo al mismo tiempo el papel de entrenador.

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Foto: Cortesía | Ricardo Ortega