Tras una minuciosa inspección en torno al estado en que se encuentran las instalaciones de la Alberca Olímpica de la Ciudad Deportiva, se ha decidido cerrar temporalmente la misma con el principal propósito de no poner en riesgo la seguridad de los usuarios.
La visita que hizo Nelson Vargas a esta capital en días pasados dejó al descubierto el increíble deterioro en que se encuentra la Alberca Olímpica, instalación deportiva que fue inaugurada en el año 2003 y que, sorprendentemente, desde ese año no ha recibido ningún tipo de reparaciones.
La Alberca fue cerrada a principios de 2021 debido a la contingencia por el Covid-19, y desde ese entonces quedó en el olvido, aunque seguramente las corrosiones y las filtraciones ya venían ocasionando daños de mucho tiempo atrás.
De acuerdo a informes dados a conocer por los especialistas que participaron en la investigación, se supo que en junio de este año se reportó por vez primera que se filtraron 31 mil litros de agua por día, cantidad que en agosto se duplicó a 60 mil litros perdidos por día.
Ante ello, Teporaca Romero del Hierro, titular del ICHD, emitió un comunicado urgente al respecto.
“En atención a la importancia de cumplir con la misión del ICHD, ante la sociedad chihuahuense y en apego a los ejes estratégicos de la actual administración del gobierno del estado, especialmente los relacionados con un gobierno responsable, un desarrollo económico sustentable, y la infraestructura y desarrollo humano y social, resulta de urgente atención ejecutiva las consideraciones técnicas que se especifican a propósito de la alberca olímpica de la ciudad deportiva. En términos generales y derivado de inspecciones visuales y desarrolladas, se consideró que las condiciones que actualmente presentan tanto la alberca cómo sus instalaciones, no son las adecuadas en términos de seguridad y eficiencia para operar una apertura al público”.
En un dictamen preliminar, se desglosó qué, el vaso de la alberca está sumamente deteriorado. La mayoría de las piezas de cerámica se encuentran fracturadas y carece de sello de boquilla. Lo anterior deja abierta la posibilidad de que la losa estructural del vaso de la alberca tenga grietas, ya sea en su cuerpo y/o las perforaciones de las tuberías de drenaje que perforan la losa.
De igual manera, en la trinchera de la alberca sus muros presentan mínimas filtraciones de agua y el sistema de iluminación no funciona. Se descarta sea aquí la filtración del agua.
Además, en el cuarto de máquinas se identificó que los equipos son los mismos de 1998, por lo que resultan obsoletos para la actual operación debido a su alto gasto de energía eléctrica y de gas, y será complicado encontrar posibles refacciones de estos equipos.
Asimismo, en las instalaciones interiores, se detectó qué, el sistema de ventilación no está operando, lo cual implica que la humedad se concentre y en adición al gas-cloro, que la propia agua de la alberca expide, provoca altos y acelerados estados de corrosión en todos los elementos metálicos como: rejillas, butacas, puertas y la cubierta estructural (techo). El inmueble cuenta con 24 ventilas barométricas que tiene como objeto liberar el exceso de humedad; sin embargo, ninguna está en funcionamiento.
En la estructura metálica de la cubierta, se muestra un alto grado de oxidación de la mayoría de los nudos estructurales donde convergen los tubos que forman las membranas y se unen por medio de soldadura.
Ante esta situación, se cerró el suministro de la red municipal, se apagaron los equipos de bombeo, se revisó el sistema de válvulas del retro lavado, se dejaron testigos en el nivel del agua.