Al ser Parral una ciudad con origen colonial, no es de extrañar que entre sus plazas y callejuelas se cuenten historias populares que se transmiten de boca en boca, de una generación a otra. Uno de estos relatos que ha logrado trascender hasta nuestros días es el de la misteriosa mansión de la calle Carrillo Puerto, misma que si bien, actualmente ha sido rehabilitada y es hogar de una familia, en otra época se vio rodeada de supersticiones, ¿qué es lo que cuenta la gente sobre esta casona?
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Construida en un estilo clásico con toques victorianos, la imponente mansión se erige en el barrio de Fátima, uno de los sectores más viejos de la ciudad, donde según las tradiciones del pueblo han ocurrido sucesos extraños de tinte paranormal. Pese a que existen versiones diferentes, la anécdota más conocida es la que trata sobre una pareja que habitó el recinto hace algunas décadas.
¿Qué suceso paranormal ocurrió en la casona de la Carrillo Puerto?
Durante muchos años, la vieja casa se vio rodeada de un halo de misterio, influenciado quizás por su extraño aspecto que desentonaba con otras viviendas del sector. Entre vecinos, corría el rumor de que el inmueble era utilizado por extrañas personas vestidas de negro para rituales de brujería, mientras que otros afirmaban que dentro de sus habitaciones, tenían lugar manifestaciones del otro mundo.
De cualquier modo, el relato que más se ha difundido sobre la vieja casa es aquel que narra la vida de un matrimonio, una distinguida pareja de la alta sociedad, quienes hacían todo lo posible por mantener su mansión en condiciones impecables; no obstante, dicha pareja ocultaba un terrible secreto.
Se dice que por mucho tiempo, la pareja habitó feliz en aquella finca junto a sus hijos sin causar ningún inconveniente, despertando la admiración de los visitantes por su apariencia bien cuidada y sus enormes jardines, hasta que pasados unos años, los hijos crecieron y debieron emigrar fuera de la ciudad, quedando los padres solos en la enorme residencia.
Por desgracia, la naturaleza siguió su curso hasta que un fatídico día fallece el hombre de la casa, dejando a la viuda sumida en profunda depresión e incapaz de superar la pérdida. La mujer enloqueció a causa del duelo, pues ambos estaban profundamente enamorados y no podían vivir el uno sin el otro, por lo que decidió tener a su marido junto a ella a cualquier costo.
Un amor que trasciende más allá de la muerte
Incapaz de resignarse a vivir sin su amado esposo, la señora decide tomar una macabra decisión para seguir amándolo sin importar las circunstancias; embalsamar el cadáver y mantenerlo siempre a su lado como cuando aún estaba vivo.
Incluso, ordenó a su viejo mayordomo de confianza que vistiera y acicalara al cuerpo sin vida siguiendo un horario establecido, encomendándole además la tarea de bañarlo en una pila y sacarlo al patio sentado en una silla, para que pudiera tomar el sol a mitad del jardín.
A la hora de la cena, el inerte despojo era sentado en un sitio reservado junto a su mujer, donde le servían un plato con aquellos alimentos que más eran de su agrado, mientras la viuda mantenía conversaciones con el cadáver, como si esperara que éste fuera a responderle.
La insólita situación tendría su fin varios años más tarde, cuando la dama fallece para estar finalmente junto al alma de su marido en el más allá, motivo por el cual, la casa permaneció sola y deshabitada por un largo periodo, hasta que fue cayendo en el abandono. Al menos así lo narran algunos supuestos testigos.
Durante todos esos años en que la mansión permaneció olvida, ciertas personas reportaban haber escuchado misteriosos sonidos provenientes de la casona en ruinas, sombras que cruzaban los pasillos a la velocidad del relámpago, además de gritos a la medianoche. Afirman incluso que al aproximarse cerca del barandal, podían escuchar un agudo silbido proveniente del interior, cuyo recuerdo les erizaba los cabellos.
Fue por largos años que la mansión permaneció sin ser habitada, ganando la fama de estar embrujada y provocando el temor de quienes se atrevían a entrar en ella. Todo tipo de historias se han ido narrando en torno a ella pero la que se acaba de relatar es la que muchos afirman, sucedió en realidad.
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¿Qué ha pasado con la mansión hoy en día?
En torno a los años noventas, la vieja casa solía rentarse por grupos de estudiantes para ofrecer recorridos nocturnos en su interior, sobre todo en los meses de octubre y noviembre. Se le llegó a conocer como "La Casa del Terror" de la Carrillo Puerto. En cuanto a la veracidad de los relatos, nada se ha podido confirmar, quedando solamente en el recuerdo de los vecinos de antaño.
Publicado en: El Sol de Parral
