¿Eres team frío o team calor? Por una parte es una cuestión de gusto personal. Sin embargo, el calor y el frío tienen efectos reales y medibles sobre el organismo. Y la salud individual y pública puede verse afectada por estos climas extremos.
El impacto del clima frío o cálido en extremo depende de muchos factores. Algunos de ellos tienen que ver con la cultura de una región, los modos de trabajo, el acceso a refugio, calefacción y refrigeración respectivamente.
Sin embargo, de acuerdo a fuentes médicas, el clima frío se considera menos peligroso para la salud humana en comparación con el clima muy caluroso. Y es que el calor extremo puede afectar severamente a personas que trabajan al aire libre, como vendedores ambulantes o campesinos.
Muertes por calor extremo
Golpe de calor: El golpe de calor puede ser fatal y se produce cuando la temperatura corporal supera los límites normales debido a la incapacidad del cuerpo para regular la temperatura interna. El clima frío, por otro lado, permite que el cuerpo mantenga una temperatura más estable, ya que para el cuerpo humano es más fácil mantenerse caliente que enfriarse.
Deshidratación: El clima cálido puede provocar una mayor pérdida de líquidos a través de la sudoración, lo que aumenta el riesgo de deshidratación. La deshidratación puede tener efectos negativos en el funcionamiento de los órganos y el equilibrio de electrolitos en el cuerpo. En casos extremos la deshidratación puede llevar a la muerte sobre todo en casos de niños pequeños y adultos mayores.
Pero además el calor trae consigo algunos efectos secundarios graves que pueden afectar la salud de las personas:
Enfermedades transmitidas por vectores: En climas cálidos, los insectos y otros vectores (como mosquitos y garrapatas) tienden a prosperar y propagar enfermedades como el dengue, la rickettsiosis, la malaria y la fiebre del Nilo Occidental. En climas fríos, estos vectores son menos comunes o inactivos, reduciendo el riesgo de transmisión de enfermedades relacionadas.
Enfermedades transmitidas por alimentos: Las temperaturas más bajas en el clima frío inhiben el crecimiento bacteriano y la descomposición de los alimentos. Por lo tanto, hay una menor probabilidad de intoxicaciones alimentarias causadas por bacterias como Salmonella y E. coli. En climas cálidos, los alimentos perecederos pueden deteriorarse más rápido, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.
Es importante tener en cuenta que si bien el clima frío puede ser menos peligroso en términos de algunos aspectos de la salud, puede presentar riesgos propios, como hipotermia, resbalones y caídas en superficies resbaladizas, entre otros. Además, la tolerancia y el impacto del clima en la salud pueden variar según la adaptación y la vulnerabilidad individual. Sin embargo, las muertes ocasionadas por el calor pueden ser más rápidas y contundentes, ya que nuestro cuerpo es muy susceptible a sobrecalentarse y deshidratarse, por lo que debemos de estar alertas para no convertirnos en víctimas de climas extremos.
El cambio climático amenaza a la salud pública
El cambio climático causado por la actividad humana puede aumentar los fallecimientos debido al calor y al frío extremos de varias maneras. A medida que la temperatura media de la Tierra aumenta, se producen cambios en los patrones climáticos, lo que puede llevar a condiciones climáticas más extremas en muchas regiones.
Calor extremo: El cambio climático puede aumentar la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor. Además, de la deshidratación y los golpes de calor, las altas temperaturas pueden agravar las condiciones médicas preexistentes, como enfermedades cardíacas y respiratorias, y aumentar el riesgo de insolación y agotamiento físico, especialmente en personas vulnerables como los ancianos y los niños pequeños.
Frío extremo: Aunque pueda parecer contradictorio, el cambio climático también puede aumentar el riesgo de fallecimientos relacionados con el frío extremo. A medida que se producen cambios en los patrones climáticos, algunas regiones pueden experimentar inviernos más fríos y prolongados. Esto puede aumentar la incidencia de enfermedades respiratorias, como la neumonía y la gripe, así como las complicaciones cardiovasculares. Las personas que no tienen acceso adecuado a la calefacción o que viven en condiciones de pobreza energética son más vulnerables a estos efectos.
Tristemente el cambio climático antropogénico puede aumentar la mortalidad relacionada con el calor debido a las olas de calor más frecuentes e intensas, y también aumentar la mortalidad relacionada con el frío. La adopción de medidas para mitigar y adaptarse al cambio climático, así como proteger a las poblaciones vulnerables, es crucial para abordar estos riesgos para la salud pública.
